Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

La Oficina de Gestión Urbanística de la Mancomunidad del Cabo Peñas retomará el próximo lunes los trabajos de elaboración del Plan General de Ordenación Urbana de Carreño (PGOU), toda vez que el Pleno municipal ratificó el pasado jueves la decisión de suspender el contrato con el anterior equipo redactor a causa de los retrasos que habían llevado a paralizar el planeamiento.

Según informaron fuentes de las oficinas del ente supramunicipal, serán los arquitectos de la mancomunidad, junto con un equipo de técnicos que ya ha sido contratado, los que gestionarán la elaboración del documento de planeamiento a partir de ahora.

La finalización del PGOU de Carreño en el presente mandato, por tanto, antes de 2011, se ha convertido en el objetivo prioritario del equipo de gobierno municipal (PSOE-IU). Tal es así, que ya se han acelerado los trámites para compensar el «parón» sufrido a causa de la destitución del anterior equipo redactor del planeamiento, con la contratación del personal técnico que se encargará, en próximas fechas, de continuar los trabajos donde quedaron detenidos, así como de revisar la anterior documentación.

El principal punto de discordia entre los grupos políticos de Carreño con respecto al dibujo urbanístico del concejo para los próximos años tuvo que ver en la pasada legislatura con la expansión del núcleo urbano de Candás. Tras varias reuniones, los grupos no llegaron a un principio de acuerdo para describir hasta dónde debía llegar el área de expansión de Candás, que está prevista sobre el barrio de El Regueral. Las formaciones políticas difieren en la línea divisoria hasta la cual llegará el ladrillo.

En la sesión plenaria celebrada en la tarde del jueves se puso de manifiesto, sin embargo, la unidad entre los grupos de la Corporación a la hora de retirar la gestión del plan al actual equipo redactor. Eso no evitó que algunas formaciones pidieran responsabilidades políticas al equipo de gobierno. Fue el caso de la Unión Independiente de Carreño (UICA) y Unidá-Andecha de Carreño.

Para éstos, si bien «lo más sensato y lo mejor» para que el PGOU llegue «a buen puerto» es cambiar el equipo redactor, el cual comenzó su labor en 2001, eso no quita que «se deban depurar responsabilidades, por cuanto el gobierno no ha sido capaz de sacar adelante un plan iniciado hace siete años». UICA y Andecha alegaron que estas responsabilidades debían cobrarse en forma de dimisiones, sin especificar de quién. Por su parte, el gobierno local dijo que no había motivo para esperar la dimisión de nadie y recordó que la división política con respecto a la expansión urbana de Candás había representado también un escollo para que el Plan General de Ordenación Urbana avanzara, de manera que todos los partidos tuvieran su parte de responsabilidad en el retraso.