Turón (Mieres),

Aitana CASTAÑO

«No huelen a nada, pero son muy guapas, a mí las que más me gustan son las blancas». Adrián Gutiérrez, de seis años, vecino de Mieres, tenía que ponerse de puntillas para disfrutar de las flores, pero no le importaba. «Ya vine el año pasado con mi abuelo, pero era más pequeño y no me acuerdo muy bien», confesaba. El niño, junto a sus padres esta vez, fue tan sólo uno de los cientos de visitantes que acudieron ayer a las IV Jornadas de la camelia de Turón. La exposición se celebró en el centro de personas mayores de la localidad mierense.

Cuarenta expositores, la mayoría de Asturias y Galicia, participaron en la muestra que organiza la Asociación de Amigos de la Camelia de Turón. El día estuvo «muy animado» desde por la mañana. Los pasillos que acogían los muestrarios de flores se quedaron pequeños, sobre todo antes del mediodía, para acoger a la multitud de interesados. «Vivo en un piso, no tengo terraza y me es imposible tener camelias, por eso vengo a Turón, desde Gijón, para disfrutar de ellas, son preciosas y me recuerdan mucho a mi infancia, a mi madre le encantaban», explicaba Consuelo Mosquera, que, mientras recorría la exposición, daba muestras de un conocimiento minucioso del cuidado y la atención que precisan los arbustos. «Ahora, con internet, el que no sabe sobre algo que le interesa es porque no quiere. No tengo jardín, pero me meto en internet y es como si lo tuviera», concluía Mosquera. El salón de actos del edificio de Fucomi acogió, a las doce, la entrega de premios del concurso de dibujo infantil que organizó la entidad. Escolares llegados de todo el concejo recibieron regalos por su participación. Tres de los pequeños artistas recogieron, además, las distinciones a los mejores trabajos de cada categoría. Claudia Fernández, Sara Rivas y Sara Fernández, alumnas del colegio Vega de Guceo, fueron las ganadoras. El certamen contó con la participación de 160 chavales.