Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

Diez colectivos ecologistas de España han firmado un manifiesto en el que denuncian la «alocada explotación» de la cordillera Cantábrica, con actuaciones «tan agresivas para sus ecosistemas» como las estaciones de esquí, entre ellas la proyectada para San Glorio y paralizada por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Tras censurar los «altos costes económicos y medioambientales» de este tipo de equipamientos, las agrupaciones que suscriben el texto -entre ellas, la Coordinadora Ecologista de Asturias, Ecologistas en Acción y la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica- denuncian que la «desfiguración» de estos espacios de montaña está «ejecutándose en paralelo a la desaparición de las economías tradicionales». Además, a su entender, sin que ello haya contribuido al «desarrollo de actividades sociales y productivas que atendiesen el legítimo deseo de la población local por mantener habitados los pueblos en que nacieron y vivieron sus antepasados».

Como consecuencia de este panorama, a juicio de los conservacionistas, «lo que realmente se ha producido es un marcado declive y envejecimiento de la población rural» a causa de un modelo que, según indican, «insiste en plantear determinados usos y aprovechamientos tremendamente agresivos e intensivos, justificados, además, en la lógica del beneficio rápido a costa del medio natural y de la propia integridad del paisaje».

A este respecto, los ecologistas abogan por un cambio radical de modelo, de manera que el dinero comprometido para estaciones de esquí como la de San Glorio se destine al «diseño de planes de desarrollo para promover y financiar iniciativas acordes con la realidad de la vida en la cordillera Cantábrica». De esta manera, según los firmantes del manifiesto, se beneficiaría realmente a «las gentes que deseen seguir habitando la montaña, sin que ello pase por la destrucción de los valores naturales».

Los colectivos ecologistas consideran que la sentencia que ha paralizado San Glorio es «todo un llamamiento a la razón y un apercibimiento para el cumplimiento de la legalidad, en su más amplio sentido, hacia los espacios naturales protegidos y lo que significan». Por todo ello, el documento finaliza asegurando que «el fallo sobre San Glorio no es sólo una decisión judicial, sino, también, una invitación a asumir unos principios inspirados en la sostenibilidad».