Aitana CASTAÑO

Mieres del Camino,

Repliegue de tropas. El Ayuntamiento de Mieres y la Federación de Asociaciones de Vecinos del concejo han firmado la paz, al menos de momento. Como las naciones antiguas en período de Juegos Olímpicos, el alcalde mierense, Luis María García, y la directiva de la entidad vecinal participaron ayer en una reunión para enterrar el hacha de guerra. El objeto del encuentro era «acercar posturas» y mejorar unas relaciones deterioradas desde hace meses por asuntos como la polémica tasa de cocheras, la instalación de antenas de telefonía móvil, la ausencia de viviendas sociales en el proyecto de Oñón o la térmica de la Pereda. Y algo se ha conseguido. Tras la asamblea, ambos «bandos» calificaron de «muy positivos» el intercambio de opiniones y la «explicación de los desencuentros».

García apuntó que desde el ayuntamiento «apostamos por una dinámica de entendimiento y relación sana. Cada uno tenemos un papel distinto y debemos llevarlo a cabo, aunque tenemos que buscar la complicidad entre el gobierno local y los vecinos». Por su parte, Agustín Álvarez Payo, presidente de la Federación Vecinal, señaló que la reunión «ha servido para aclarar ciertos aspectos o comentarios que tanto de una parte como de otra pudieron interpretarse de manera errónea. Vamos a dialogar, y eso es lo importante». Las buenas palabras de este armisticio ya se hicieron realidad en un primer acuerdo. El Ayuntamiento y la Federación convocarán, próximamente, una segunda reunión para cambiar «y mejorar» el reglamento de participación ciudadana de Mieres.

«El ayuntamiento defiende el entendimiento y una relación sana»

«Hemos aclarado ciertos aspectos. Vamos a dialogar, y eso es lo importante»