Los hijos de la localidad mierense de Figaredo celebraron ayer su decimocuarto encuentro anual, una cita creada, según sus promotores «para dejar de vernos sólo en los entierros». Los participantes celebraron una misa, en recuerdo a los amigos fallecidos, en la que intervinieron el Coro y Rondalla de Figaredo. Posteriormente el Casino de Minas Figaredo acogió la comida de hermandad en la que los recuerdos y las anécdotas fueron los protagonistas de la jornada. La Banda de Gaitas «Camín de Mieres» realizó también un pasacalles por la localidad.