Se cumplen 85 años desde que el entonces Alcalde de Mieres, don José Sela y Sela adquiriese para los ganaderos de Mieres cinco puertos de verano sitos en el término de San Emiliano, provincia de León, a la Fundación Sierra-Pambley y que hoy conocemos como puerto de Pinos.

Esta compra vino acompañada de una serie de servidumbres como eran la facultad de los vecinos de los pueblos de Pinos, Candemula, Villargusán y San Emiliano de poder entrar con sus ganados en alguno o algunos de los cinco puertos, además de rozar leñas como dice la escritura de compra-venta. Solo se excluye la entrada de ganado lanar, es decir ovejas, aunque los vecinos de Villargusán si pueden entrar con el cabrío.

Es cierto que durante muchos años no existió problema alguno con la cuestión de los pastos, puesto que hasta finales de los años 60 incluso el Ayuntamiento de Mieres subastaba anualmente el puerto de Río Tuerto ya que el aprovechamiento de los puertos no era ni mucho menos intensivo. Es más, hasta hace veinticinco años el volumen de ganado que procedía de estos pueblos había descendió vertiginosamente. Probablemente se desaprovecho una importante ocasión para haber redimido las cargas como permite el artículo 603 del Código Civil.

La entrada en la Unión Europea y la llegada de las subvenciones dio lugar a un «boom» ganadero a este y al otro lado de la Cordillera Cantábrica de forma que donde hasta entonces sobraban pastos ahora estos son insuficientes, comenzado a producirse los primeros conatos de conflicto entre los ganaderos de Mieres y los de los pueblos de León con derecho de servidumbre.

En este conflicto subyace el problema de la determinación de donde se encuentran los límites de los pueblos leoneses beneficiados por la servidumbre. Una servidumbre es por definición legal un límite al pleno dominio que tiene sobre una cosa su propietario. Obviamente este goza de todas la facultades respecto de su propiedad menos las que tiene gravadas. En nuestro caso los puertos de Pinos son en principio una finca privada del Ayuntamiento de Mieres y de acuerdo con esto, sólo los ganaderos de Mieres podrían disfrutar de la misma. Pero la escritura de propiedad establece que estamos obligados a soportar que los vecinos de Candemuela, Villargusán, Pinos y San Emiliano puedan entrar en Pinos con todos sus ganados excepto el lanar, aunque solo los primeros dos pueblos pueden pernoctar y majadear en los puertos. Los otros dos, Pinos y San Emiliano, deben sacar del Puerto de Pinos el ganado por las noches, cosa que no hacen desde hace muchos años.

También hay un principio dentro de los límites del derecho de propiedad, y es que las servidumbres no se pueden extender más allá de lo que establece su título constitutivo. ¿Cuál es aquí este? La escritura de compraventa y, aparte de poder entrar en el puerto como si fueran ganaderos de Mieres, ¿Dice algo sobre que puedan entrar cuando les da la gana?. Pues no. Aparece aquí la segunda parte del problema; los ganaderos leoneses se comportan al final como si ellos fueran los propietarios y los de Mieres los beneficiarios de la servidumbre. Sólo hay que leer las declaraciones del nuevo alcalde del PSOE de San Emiliano para darnos cuenta de cómo tienen asumido que nosotros estamos en Pinos de prestado.

Para bien o para mal el concejo de Mieres es propietario de cinco puertos de verano en la Provincia de León. Como tal propietario tiene unas facultades dominicales a las que no puede renunciar y que debe defender en interés de nuestro municipio. No cabe hablar por tanto de condiciones de igualdad ante derechos desiguales. Efectivamente se puede tratar de explorar mediante el diálogo posibles soluciones a este conflicto que pasen por evitar el pastoreo intensivo al que los ganaderos leoneses someten el Puerto de Pinos, pastoreo que está prohibido por la propia normativa de Castilla y León.

La solución a nivel de regulación de dichos pastos pasa por elaborar una ordenanza de pastos, que debe ser aprobada por la Junta de Castilla y León, donde, respetando los derechos adquiridos por los pueblos leoneses, se regule el cómo y cuándo se puede entrar en unos pastos propiedad del Ayuntamiento de Mieres. Es urgente por tanto retomar el proyecto de ordenanza de pastos elaborado por la Universidad de Valladolid, que no interesa al Ayuntamiento de San Emiliano al dejar claros y reducidos a sus justos términos los derechos de los pueblos de dicho municipio.

Si los pueblos de Pinos, Candemuela, Villargusán y San Emiliano tienen unos derechos por servidumbre a respetar, no es menos cierto que el concejo de Mieres tiene sus facultades como propietario de las que no puede abdicar ni hacer dejación.