El Movimiento 15-M recuperó ayer en Mieres parte del vigor perdido desde la celebración de las pasadas elecciones municipales y autonómicas. La manifestación convocada por esta plataforma reunió como mínimo a 5.000 personas. Ese es el cálculo que manejaban en Delegación del Gobierno en Asturias. Los organizadores hablaban de 10.000 personas y la Policía Local de Mieres cifró el número de participantes en 15.200. Recuentos al margen, los cierto es que la concentración fue multitudinaria, superando ampliamente las expectativas iniciales. Hasta el cierre de esta edición no se habían registrado incidentes.

«Hoy importa poco nuestra nacionalidad, ideología y religión, pues todos y todas formamos un único ser, con una única voz». Así definió ayer el espíritu de la protesta Ana Esther Díaz, la joven que ejerció de portavoz del Movimiento 15-M y que se encargó de leer el manifiesto preparado para la ocasión. La manifestación celebrada en Mieres tuvo un carácter regional y se enmarcó en una convocatoria masiva que se saldó con casi medio centenar de movilizaciones repartidas por todo el territorio nacional y protestas en 60 países del mundo.

La multitudinaria columna de «indignados» salió de las inmediaciones de la estación de autobuses de La Mayacina poco después de las cinco y media de la tarde. Al grito de «¡madreñazu al sistema!», los manifestantes recorrieron varias calles del centro de Mieres antes de llegar, ya pasadas las siete de la tarde, al parque Jovellanos, donde la protesta se transformó casi en una celebración con conciertos. Los asistentes, con una mayoritaria presencia de gente joven, avanzaron animosamente, sin dejar de lanzar al aire decenas de lemas y consignas, la mayoría contra los partidos políticos y contra las entidades bancarias. En la pancarta que abría la marcha se podía leer «Unidos por un cambio global». Otros eslóganes escritos en grandes letras fueron, por poner algunos ejemplos, «Ellos piden el voto y nosotros + democracia» o «El capitalismo no se reforma, ¡¡se destruye!!». Las misivas se contaron por decenas. Pasando casi desapercibido entre la multitud, asistió a la protesta el diputado nacional de IU Gaspar Llamazares, que estuvo acompañado por el coordinador regional de coalición, Jesús Iglesias.

Al término de la caminata, la ya citada Ana Esther Díaz leyó el manifiesto de la protesta y subrayó que «no queremos este sistema cuyas mentiras, hipocresía y lucro indecente son cada día más evidentes». También echó la vista atrás para buscar el origen de la manifestación celebrada ayer en Mieres. «Hace cinco meses, muchos de nosotros vimos un rayo de luz, una esperanza, y cuando pensábamos que todo estaba perdido, vimos que no estábamos solos, nacía el 15-M».

La manifestación convocada ayer en Mieres por los llamados «indignados» superó ampliamente en participación a la que organizaron los sindicatos mineros SOMA-FIA-UGT y CC OO en junio del pasado para reclamar el cumplimiento de los compromisos pendientes con las Cuencas. En aquella ocasión, fueron unos 3.000 los asistentes, una cifra muy inferior a la de ayer. De hecho, en Mieres hacía muchos años que no se veían una protesta de esta magnitud.

Raúl García, un joven gijonés desplazado en compañía de una docena de amigos, reconocía su sorpresa al inicio de la marcha: «Pensábamos que estaríamos entre dos y tres mil personas, pero nunca pensamos que nos encontraríamos con esta multitud». Una vez que la concurrida comitiva llegó al parque Jovellanos, la totalidad de esta zona verde quedó cubierta por una alfombra de personas. Muchos manifestantes siguieron los actos programados para finalizar la jornada desde las calles limítrofes ante la imposibilidad de acceder al parque. Superadas las siete y media de la tarde, la reivindicación de los indignados pasó al ámbito musical, con las actuaciones del cantautor turonés Alfredo González, el rockero mierense Eloy, integrante de la banda A66, y el rapero langreano «K-Nalón».