Fue el psiquiatra alemán Ernest Kretschmer entre los años 1920 y 1930, quien empezó a observar y descubrir las relaciones estables entre ciertos conjuntos de rasgos físicos o constitucionales y varios grupos de características psíquicas y psicopatológicas, estableciendo una clasificación morfopsicológica de la personalidad. Casi un siglo después, y con el mayor de los respetos, me gustaría añadir un nuevo tipo a la arriba referida, muy común en nuestra sociedad, con una morfología variada y unas particularidades especiales entre las que podemos destacar, la falta de criterio, la manipulación del lenguaje, la tergiversación, así como la facilidad para moverse, mutar o cambiar de opinión según su conveniencia. A este nuevo tipo de personalidad lo he denominado «xiringüelu» en referencia a nuestro popular baile cuyo nombre parece provenir del verbo «xiringar» (agitarse, moverse).

La difícil situación económica por la que atraviesa el Ayuntamiento de Mieres, no ha sido causada en ningún momento por los trabajadores, tal y como parecen trasladar a la opinión pública nuestros responsables políticos, sino por una mala gestión económica que el pueblo de Mieres ha venido padeciendo durante muchos años y donde el partido que gobierna en la actualidad (Izquierda Unida) ha tenido en varias legislaturas funciones de gobierno y por tanto responsabilidad sobre los hechos que han llevado a esta dramática situación.

No podemos olvidar cómo nuestro Ayuntamiento ha sido salpicado en un caso de corrupción generalizada en el Principado de Asturias «Caso Marea» y donde ahora, nadie parece querer asumir la responsabilidad de años de gestiones, que en lugar de responder a los intereses generales de los ciudadanos parecen haber satisfecho otros bien distintos. Son pues, años de despilfarro y de irresponsabilidad política los que han causado un grave desequilibrio en las arcas de ayuntamientos como el de Mieres. Y es ahora cuando, quienes gobiernan, pretenden atajar los males causados, tratando de equilibrar las mismas a costa de una brusca, injusta, desigual y desproporcionada reducción de los salarios de los trabajadores, cuyo poder adquisitivo, por unos u otros motivos, han sufrido un grave deterioro a lo largo de estos últimos años, y a la vez tratar de recortar otros aspectos sociales de vital importancia.

El pueblo de Mieres tiene la obligación de saber y exigir que en momentos de dificultad económica, la gestión de lo público ha de ser totalmente transparente y por tanto conocer varios aspectos que merecen la pena resaltar y destacar de un plan de ajuste elaborado al objeto de poder acceder a un crédito destinado al pago de proveedores. Llama por tanto la atención cómo la medida número seis del citado plan, correspondiente a la descripción de gastos, contempla la no reducción del número de personal de confianza (tres personas) y la no modificación de sus respectivas retribuciones, cuyas cantidades se elevan a cerca de los 100.000 euros anuales (costes sociales incluidos).

O cómo el citado plan no introduce una medida que incluya la supresión de las cantidades aportadas mensualmente a los distintos grupos políticos a tenor de lo establecido en el BOPA 183 de 8 de Agosto de 2011 por acuerdo plenario del 13 de Julio de 2011 «Determinación de las cuantías de las asignaciones de los demás miembros de la corporación en concepto de asistencia a sesiones, grupos políticos municipales y cargos municipales», cuya cuantía anual por dichos conceptos asciende a más de 380.000 euros anuales.

Por tanto, en una sociedad convulsa como la actual, todos hemos sido testigos de cómo los líderes políticos de Izquierda Unida se han hecho eco de las reivindicaciones efectuadas por grupos protesta, cómo estos mismos líderes tratan de fomentar la reflexión en algunos sectores de la sociedad sobre acontecimientos actuales como del de Botswana, aunque posteriormente compartan recepciones reales; o cómo son capaces de suscribir y defender programas políticos donde el trabajador no ha de sufrir ningún tipo de discriminación, y donde se respete el artículo 31 de la Constitución Española referente a una justicia fiscal (programa electoral IU www.izquierda-unida.es).

Son ejemplos como los ahora citados, los que muestran diferencias de comportamiento, entre quienes poseen estas características de personalidad y otros, pudiendo también resaltar, como nuestros actuales gobernantes, forjados en la dureza del sindicalismo minero, son capaces de defender al trabajador en sus discursos electoralistas y luego obviar a los representantes de los mismos en un conflicto laboral existente; cómo en distintos momentos son capaces de reivindicar y agitar a las masas y, en otros, comportarse como empresarios distantes y poco comunicativos; cómo, ante la opinión pública se muestran partidarios de una sociedad justa y solidaria y en otros fomentan el clasismo entre los propios trabajadores; cómo en tiempos pasados se mostraron activos en la lucha y defensa de sus propios intereses y ahora tildan de egoístas e irresponsables a quienes tratan de exponer otros puntos de vista; o cómo se jactan de haber conseguido una cómoda posición social a través de las duras negociaciones que allá tuvieron lugar, y hoy tratan de eliminar de un plumazo un convenio que a los trabajadores les ha costado años conseguir.

Algunos quizá no recuerden que, en defensa de sus propios intereses, se manifestaban como ajenos a la política en sus reivindicaciones por escrito y hoy ocupan cargos de responsabilidad en este Ayuntamiento de Mieres. La diversidad de los acontecimientos que hoy día tienen lugar, la desgana, el desencanto de los ciudadanos y la variabilidad de las respuestas en función de sus intereses por quienes manifiestan estas características, harán que sea la propia selección natural la encargada de que el «xiringüelu» predomine a corto plazo en un determinado espectro de nuestra sociedad.