Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

Los locales de ensayo para grupos musicales construidos en las antiguas escuelas del barrio mierense de La Peña no abrirán sus puertas en los próximos meses. El concejal de Juventud, Diego Fernández, ya ha comunicado al resto de grupos municipales que el Ayuntamiento no está en estos momentos en condiciones de poner en funcionamiento estas instalaciones, cuya rehabilitación costó algo más de 200.000 euros.

El Gobierno local ha aparcado, al menos por el momento, el proyecto de convertir las viejas escuelas de La Peña en un centro dinamizador de la actividad musical en el concejo. En este inmueble estaba previsto habilitar, entre otras iniciativas, salas de ensayo para ponerlas a disposición de los grupos locales: «En este momento no hay dinero para poder equipar las dependencias, por lo que la actuación deberá esperar», señaló resignado Diego Fernández. La reforma de la instalaciones costó en concreto 203.000 euros. Las obras acabaron hace ya casi un año y el Gobierno local no ha logrado articular un modelo de gestión. Este proyecto no está ahora mismo entre las prioridades del Gobierno local.

Los locales de ensayo de La peña no son las únicas dependencias que están en Mieres a la espera de tener contenido. El edificio de servicio de la Ciudad del tenis de Turón también lleva meses construido y está cerrado, sin equipar. Al estar el proyecto deportivo a medio ejecutar, no resulta viable abrir las dependencias ya que el complejo no genera recursos para su mantenimiento. Otros 213.000 sin amortizar. Tampoco faltan en este recuento los equipamientos que han echado el candado por falta de demanda. La asociación de vecinos de Rioturbio renunció hace año y medio a la gestión del polideportivo al no poder hacer frente a los gastos que generaba. El Ayuntamiento no ha encontrado la fórmula para volver a ponerlo en funcionamiento. La asociación de vecinos era la encargada de atender estas instalaciones que, ante el aumento en la oferta de equipamientos deportivos en el concejo, se quedaron con pocos socios. El centro de exposiciones Casa Duró albergó su última muestra a finales de 2011. El Gobierno echó el pestillo alegando motivos de ahorro. La Asociación Cultural Santa Bárbara ha pedido asumir la gestión del centro.

Mención aparte merece la reforma del Pozo San José, una actuación ejecutada entre 2009 y 2010 con un presupuesto de casi un millón de euros y que está vacía de contenido. La rehabilitación se abordó sin tener un proyecto para dotarlo de contenido y el Ayuntamiento no quiere saber nada de la gestión.