El proyecto del nuevo ambulatorio de Turón tuvo reservados 2,5 millones en los presupuestos autonómicos de 2009, pero la obra no se hizo. Posteriormente, en la primavera de 2011, el Principado, a través del por entonces consejero de Sanidad, Ramón Quirós (PSOE), anunció que las obras arrancarían antes de la conclusión de ese año. Tampoco fue así. Transcurrido ya un lustro desde que la actuación quedó proyectada, el desarrollo del demandado centro de salud hace aguas. En este caso, la expresión no se limita únicamente a describir el desinterés mostrado por la administración regional, sino que responde a un hecho real. Las dependencias del antiguo colegio La Salle, la sede elegida para albergar el complejo sanitario, se están deteriorando a un ritmo alarmante debido, sobre todo, a filtraciones de agua.

La Corporación mierense acordó la pasada semana en sesión plenaria solicitar al Gobierno del Principado que incluya en los próximos presupuestos autonómicas la cobertura económica necesaria para abordar la construcción del centro de salud de Turón. La iniciativa del PP fue respaldada por el resto de fuerzas políticas, aunque no deja de ser un gesto, ya que mociones similares se han aprobado en los últimos años sin resultado alguno. Esta maniobra municipal de presión, sin embargo, introduce en esta ocasión una nueva variable. El Ayuntamiento está percibiendo que el ala del colegio La Salle reservada para albergar el ambulatorio turonés se encuentra en mal estado. Así lo explicó el vicealcalde, Manuel Ángel Álvarez: "El edificio está sufriendo un rápido deterioro, sobre todo debido a las humedades", señaló.

Los informes municipales apuntan que el antiguo centro educativo presenta carencias que los técnicos relacionan con filtraciones desde las terrazas de los pisos superiores. El colegio La Salle de Turón cerró sus puertas en 2006, por lo que ya lleva casi nueve años sin actividad. La clausura de las instalaciones generó en su momento un trauma en Turón, con movilizaciones durante meses. De nada sirvieron, ya que el edificio quedó vacío aquel verano. En su momento el Ayuntamiento de Mieres hizo una pequeña obra de adecuación en el salón para poder utilizarlo para actos públicos. El resto de las dependencias del centro educativo están como se dejaron.