Juan José Menéndez ha sido el concejal del actual Gobierno de Mieres (IU) que más carga de trabajo ha asumido a lo largo del mandato. Pocas veces ha estado en retaguardia. Le ha tocado lidiar con los miuras. Como responsable del área de Personal ha tenido que negociar con la plantilla los drásticos ajustes salariales. Ha sido el centro de las críticas de los sindicatos y se ha visto envuelto en incidentes desagradables, sobre todo cuando su coche apreció rociado con ácido. Nadie le niega, ni la oposición, su enorme capacidad de trabajo, aunque se le reprocha, incluso desde sus propias filas, que tal vez le haya faltado "cintura política". Al final, su ausencia en la nueva candidatura de IU también ha generado polémica.

-¿Cómo explica que los trabajadores municipales sigan sin convenio colectivo?

-Fue una locura de negociación. Hubo mucho diálogo, más de cincuenta reuniones, pero los informes técnicos no han dado de paso el acuerdo.

-¿Tiene solución?

-Me temo que habrá que negociar otro convenio y, en caso de falta de acuerdo, acudir a un arbitrio externo.

-¿Entiende la frustración de los trabajadores?

-Claro que la entiendo, perfectamente. No sé lo que haría yo si estuviera al otro lado de la mesa, pero por nuestra parte hicimos todo lo posible. Negociamos y firmamos un convenio que los trabajadores aceptaron, pero los informes son un obstáculo insalvable.

-Regresemos a 2012, ¿si pudiera abordaría de otra forma el recorte salarial incluido en el plan de ajuste?

-No. Pienso que se abordó de forma correcta.

-¿No hubiera evitado muchos problemas aceptar la rebajar porcentual que planteaban los sindicatos?

-Hubiera sido más fácil, seguro, pero también muy injusto. En el anterior convenio las subidas salariales que se aprobaron no fueron equitativas. Hubo gente que salió perjudicada. En 2012, hicimos lo correcto.

-¿El Ayuntamiento pagaba sueldos desproporcionados?

-Desproporcionados, no, muy desproporcionados. El anterior convenio era insostenible.

-Al mejorar la economía municipal, ¿se puede ahora plantear una mejora salarial?

-Se podrían revisar algunos complementos.

-¿A qué se refiere?

-Pues se podría implantar una prima de productividad. La percibirían aquellos trabajadores que cumplan con sus objetivos. Hay que distinguir a quien trabaja de quien entorpece.

-Pues nada. Se lo pregunto. ¿Hay muchos trabajadores que se dedican a entorpecer?

-Pues mire, no muchos. Son una minoría, aunque el problema es que se dejan ver mucho, se hacen notar. Hay trabajadores magníficos en el Ayuntamiento, que ayudan y colaboran. Es una pena que su labor no se aprecie debido al ruido que meten unos pocos.

-¿Se refiere a los delegados sindicales?

-La mayoría no están a la altura. No asumen la realidad. Mieres pronto tendrá menos de 40.000 habitantes y es muy complicado sostener un Ayuntamiento con 320 trabajadores en plantilla. Hay que poner los pies en el suelo. Los ciudadanos pagan y hay que trabajar para poder darles mejores servicios.

-¿Está descartado que pueda haber despidos en el Ayuntamiento de Mieres?

-Esa ha sido nuestra hoja de ruta. Hemos logrado proteger el empleo. ¿Qué si todavía hay peligro? Podría ser, pero ese supuesto tiraría por tierra casi todo el esfuerzo que hemos hecho.

-¿No pierde el Ayuntamiento de Mieres demasiados juicios?

-Es cierto, se han perdido demasiados, pero en algunos casos debo decir que muy injustamente.

-¿Por qué?

-Influye negativamente el hecho de que el juez de la sala de lo Social de Mieres sea marido de una delegada sindical del Ayuntamiento.

-¿Han valorado una recusación?

-De momento no se ha hecho, pero seguramente habrá que hacerlo.

-¿Por qué la Policía Local de Mieres parece vivir en un permanente conflicto?

-El problema de este servicio son sus representantes sindicales. No tengo ninguna queja del trabajo que realizan los agentes. A nivel profesional son operativos. Los problemas aparecen cuando te sientas en una mesa con ellos para negociar, ahí surgen los desencuentros.