Una familia de Peridiello, en Lena, está viviendo una pesadilla de verano. La fachada de su casa se ha convertido en un hogar para "una plaga" de murciélagos. Los animales llenan de excrementos el entorno de la vivienda y la familia asegura que esta situación está generando un problema de insalubridad. Los murciélagos están protegidos y las administraciones no les dan ninguna solución para deshacerse de estos "inquilinos" no deseados.

Azucena Prieto, propietaria de la casa, explica que el problema empezó hace ya casi una década. "Siempre tenemos murciélagos durante el verano, pero este año es una exageración", señala. Durante la noche, ella y su marido escuchan los chillidos de los animales y aseguran que en su tejado ha anidado una familia muy numerosa. Por las mañanas, las escaleras de acceso a la casa están cubiertas de excrementos. Según Prieto, "no es higiénico, podrían trasmitirnos una enfermedad grave". Los problemas se agravan cuando visita la vivienda la pequeña de la familia, la nieta de Prieto: "Es una niña de cinco años y tememos que toque algo y se ponga enferma".

Saben que los murciélagos son una especie protegida y, por eso, no han actuado por su cuenta. "Quisimos hacer las cosas bien", asegura Prieto. El primer paso que dieron para encontrar una solución fue ponerse en contacto con el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona). Según la lenense, "nos dijeron que nunca habían escuchado tal cosa". Luego llamaron al Principado, también sin éxito: "Me pasaron de un teléfono a otro, es una situación desesperante".

Los problemas se agravan con el paso de los días. La "familia" de murciélagos va en aumento y, algunas mañanas, Azucena Prieto siente miedo al salir de su casa. Hace unos días llamó al 112-Asturias para que le recomendaran cómo actuar, pero afirma que tampoco supieron qué decirle. La lenense exige ahora una respuesta clara y contundente de las administraciones: "Si han protegido a los animales tendrán que darme a mí una solución para que yo también lo esté".

La familia ha invertido tiempo, esfuerzo y dinero para buscar una solución que ahora no llega. Azucena Prieto afirma que "me he gastado muchísimo dinero en teléfono y en viajes para reclamar una respuesta". También ha presentado sendos escritos en el Principado y el Ayuntamiento de Lena. Los escritos, de momento, están sin réplica.