En septiembre de 1965, un niño de Turón, más bien menudo y de viva mirada, se puso por primera vez bajo los palos de una gigantesca portería para participar en un partido oficial de fútbol. Vestía orgulloso la camiseta del Estudiantil de Figaredo. Sólo unos días antes había cumplido 10 años. Medio siglo después, Ángel Mateos sigue colocándose los guantes casi todos los fines de semana para hacer lo que más le gusta: parar balones. Mañana, 14 de septiembre, cumple 60 años. Lleva, por tanto, 50 jugando al fútbol. Por el medio se ha dejado, además, 24 años de mina. "He tenido suerte, no he tenido lesiones ni accidentes". Algo más habrá cuando nadie discute que es una de las grandes instituciones del deporte asturiano. Hasta un referente internacional como Fernando Alonso busca tiempo en su apretada agenda para intentar meterle algún gol. El piloto de Fórmula 1 acude en ocasiones a entrenar con el equipo de liga de empresas en el que actualmente juega Mateos. "Se le da bastante bien, tiene facilidad para los deportes", afirma el longevo futbolista. Alonso, coincidiendo con el doble aniversario que estos días celebra su amigo, le ha regalado una de sus bicicletas. "Ha sido un bonito detalle que define el tipo de persona que es". Se trata de una bicicleta Colnago valorada en más de 5.000 euros.

Ángel Mateos jugó 25 años entre Tercera y Segunda División B. Lo hizo en el Turón, Caudal Deportivo y Santiago de Aller. Es posiblemente el futbolista asturiano más reconocido fuera del ámbito profesional. Los expertos aseguran que su pequeña estatura, apenas un metro setenta centímetros, le impidió dar el salto a las categorías superiores: "Cuando estaba en el Caudal hubo muchos rumores de que me querían el Oviedo y el Sporting, sobre todo, en este último caso, a raíz de una lesión que tuvo Ablanedo, pero lo cierto es que conmigo no hablaron", recuerda Mateos.

Nacido en Cabojal, Mateos defendió la portería de Turón desde los 18 a los 30 años. Todas las temporadas en Tercera y jugando de titular. "Entonces la Tercera era muy potente, ya que había cuatro grupos en toda España". Ya veterano firmó por el Caudal, club en el que militó seis temporadas . Aún pasaría por el Santiago de Aller antes de regresar a Turón para "retirarse" con 43 años. Los últimos 17 años ha seguido jugando en la liga de empresas, primero con Hunosa y ahora con Normalit. Ha conseguido varios campeonatos de Asturias y títulos naciones en esta competición: "A la gente la extraña que siga jugando de portero a los 60 años, pero me encuentro bien y lo paso fenomenal", apunta Mateos, que es siempre el primer en llegar a entrenar. No hay excusas, ni el frío, ni el agua ni las comodidades de la vida le hacen dudar: "Es que yo siempre digo que soy como un jabalí, cuando más barro, mejor, más disfruto tirándome", afirma entre risas.

Mateos sigue en activo como portero pese a que lleva 17 años retirado de la mina. La prejubilación de Hunosa le llegó con 43 años, la deportiva aún no se vislumbra: "Mientras el cuerpo aguante y me encuentre bien seguiré jugando", advierte el mierense, un referente para varias generaciones de portero asturianos. Ablanedo o Esteban, amigos personales de Mateos, han manifestado públicamente su admiración por el menudo guardameta, que en los próximos días será abuelo. "Mi ídolo siempre fue Iribar, aunque él era grande y nuestro estilo de juego es totalmente diferente". A lo largo de 50 años Mateos ha jugado con miles de futbolistas asturianos. Le sobra experiencia, pero no tiene clara la receta del triunfo: "Para llegar arriba hay que ser bueno, pero también tener suerte y encontrarte con entrenadores que apuesten por ti". Mateos recuerda a sus compañeros del Caudal, Guerra y Arias: "Lo tenían todo para llegar arriba, pero se quedaron a medio camino. Sin embargo, Berto, con el que también jugué, igual no era tan bueno, pero triunfo en el Oviedo".

Ángel Mateos sigue parando con agilidad. Además recorre unos 80 kilómetros diarios en bicicleta y juega al tenis. Tiene alguna arrugas y canas, no muchas. Por lo demás mantiene viva la ilusión del inquieto chiquillo de 10 años que hace ahora medio siglo decidió ser portero.