La galería de la mina de Texeo tiene una longitud de un kilómetro, aunque sólo se han acondicionado cien metros. Según Nicanor González, de la empresa Jaime Fernández, "es el tramo que nos permite garantizar al cien por cien la seguridad de los visitantes". Como muestra la imagen, está iluminada y conserva el aspecto que tenía en los años sesenta, cuando se clausuró. El paseo es muy recomendable y permite experimentar la entrada en las entrañas de la explotación. La presencia de un guía asegurará que los visitantes no salgan del recorrido marcado.

El mirador de la mina de Texeo se construyó con materiales que harán fácil su mantenimiento. Antiguas traviesas de la vía del tren y hierro forman esta estructura, que permite una visualización perfecta del antiguo poblado minero que se construyó en el siglo XIX. A la izquierda, los participantes en la visita de ayer, asomados a la nueva instalación. El recorrido para acceder desde el poblado hasta el mirador es de unos diez minutos a pie. Está abierto al público desde ahora y no es necesario contratar a un guía para disfrutar de las vistas desde la altura.