La Junta de Castilla y León afirma que se incumplió la seguridad en el pozo Emilio

Tres ingenieros propuestos por la Hullera Vasco Leonesa declararon en el Juzgado para tratar de explicar el accidente en el que murieron seis mineros

Las instalaciones del pozo Emilio, en La Pola de Gordón. FERNANDO GEIJO

Los técnicos de la Junta de Castilla y León ratificaron ayer ante el juez el informe de la dirección general de Minas sobre el accidente en el pozo Emilio de La Pola de Gordón (León) en el que perdieron la vida seis trabajadores hace ahora dos años y que señalaba que se había incumplido la normativa interna de seguridad. Junto a estas declaraciones, el tribunal también escuchó a tres ingenieros propuestos por la Hullera Vasco Leonesa que trataron de explicar el suceso.

La abogada Estrella Alonso, que junto a Antonio Pineda, representan a uno de los fallecidos en el accidente, explicó que la sesión había ido según lo esperado, ya que los técnicos de la Administración regional no variaron un ápice la explicación que ya habían expuesto en el informe que se había presentado tras el accidente. Distinta valoración hizo sobre las declaraciones de los tres ingenieros propuestos por la Hullera Vasco Leonesa. Dos catedráticos de las universidades de Oviedo y León, así como otro ingeniero del Laboratorio Oficial Madariaga (LOM), adscrito a la Universidad Politécnica de Madrid. Alonso explicó que estos ingenieros "no han sabido explicar las contradicciones que se presentaban respecto a lo ocurrido en el pozo, de hecho, alguno ni había bajado al pozo". También resaltó la abogada que, en el caso del ingeniero de LOM "su informe se centraba únicamente en la reglamentación, pero no conocía ni sabía explicar cómo se había producido el suceso".

Tras la sesión de ayer, la ronda de declaraciones volverá a quedarse en suspenso hasta que se produzcan nuevas citaciones, ya que aún quedan por declarar, entre otros, el perito judicial y el actuario de minas. El primero de ellos es el catedrático de la Universidad de Oviedo que realizó el informe sobre el accidente a petición del propio juzgado leonés y que coincide con el elaborado por la dirección general de Minas, Dos informes que "señalan a la caída de la bóveda donde se encontraban los mineros y a un error en la ventilación como causas probables del fatal siniestro". Algo que viene a explicar que faltaban las medidas de seguridad en la mina. Estos estudios son totalmente opuestos a la versión de la empresa, que apuntaba a "una emisión súbita de metano que tuvo un alcance imprevisible en su magnitud y consecuencias", como causa del accidente y matizaba, además, que el lugar donde ocurrió el suceso, el macizo séptimo, "cumplía las condiciones de seguridad referentes a la normativa vigente".

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