El nutrido colectivo de jubilados que reside en la localidad mierense de Santa Cruz se ha quedado sin su principal punto de encuentro. El inesperado y enigmático cierre del hogar del jubilado a generado un profundo malestar entre los socios del centro. Más de medio centenar de ellos se reunieron ayer en asamblea para analizar lo que está sucediendo. Y es que la que ha sido presidenta del hogar durante varios lustros, Pilar Arnaldo, decidió hace varias semanas echar el cierre sin previo aviso y "desaparecer". La concejal de Personas Mayores, Beatriz Flórez, asistió a la reunión y explicó que el gobierno local ha dado a la todavía responsable de las instalación de plazo hasta pasado mañana, lunes, para que entregue las llaves del inmueble. "De no ser así mandaremos a la Policía Local". Los socios acordaron ayer impulsar la creación de una junta gestora que se hará cargo de la complicada situación.

Los mayores de Santa Cruz llevan desde finales de septiembre sin poder acudir al hogar del jubilado, que se encuentra cerrado tras abandonarlo la junta directiva que lo gestionaba hasta entonces. Un situación que han llevado durante este mes y medio en silencio y a la espera de que se solventase, pero que, visto que no ocurre nada, ha hecho que pasen a la acción. Así, el local de la asociación de vecinos Cruz de Mayo acogió ayer una reunión en la que los afectados valoraron qué medidas tomar para que el hogar vuelva a abrir sus puertas. En el encuentro participó la concejal Beatriz Flores, que trató de plantear una solución, con la puesta en marcha de una gestora que coja las riendas del hogar del jubilado hasta que se pueda elegir una nueva directiva.

El presidente de la asociación de vecinos Cruz de Mayo, Arsenio Díaz, hizo de intermediario entre los mayores y el Ayuntamiento. "Vinieron a vernos alrededor de veinte personas para pedirnos ayuda y eso hemos hecho", subrayó. El Ayuntamiento es el propietario del edificio donde se ubica el hogar del jubilado, de ahí que también participase en el encuentro.

Desconcierto general. Así habría que definir el resultado del encuentro. Ni vecinos ni Ayuntamiento saben los motivos que han llevado a la anterior responsable, Pilar Arnaldo, a dejar sus responsabilidades. Tampoco nadie sabe en qué situación económica está el centro ni si hay un inventario de sus bienes.

"Hace un mes la presidenta acudió al Ayuntamiento y dijo que lo dejaba por motivos de salud, le pedidos la llaves y aún no las ha entregado", remarcó ayer Beatriz Flores. La edil matizó que, ante la tardanza, hace unos días se ordenó a la Policía Local que localizara a Pilar Arnaldo. Tras no encontrarla, los agentes regresarán el lunes a Santa Cruz para intentar dar con la responsable. "¿Dónde está el resto de la directiva?", preguntó con intención la edil de IU a los socios: "Ella era la única que mandaba, todo pasaba por ella", explicaron varios de los presentes.

Los socios del hogar del pensionista de Santa Cruz temen que el centro arrastre una deuda considerable. De hecho, hay constancia de facturas sin pagar y algunos de los presentes sostuvieron ayer que los números rojos pueden alcanzar los "miles de euros". Flores reprochó a los socios su pasividad, más tras saber que no se ha convocado una asamblea ni unas elecciones desde hace más de diez años: "¿Cómo habéis permitido esto?". Arsenio Marentes hizo una análisis muy crítico: "Esto ha sido una tomadura de pelo".

Beatriz Flores adelantó ayer que la intención del gobierno local pasa por realizar un inventario de los bienes del inmueble una vez la presidenta devuelva las llaves. Ahora bien, nadie parece tener muy claro que exista documentación sobre la gestión del equipamiento. El Ayuntamiento realizó obras de mejora en el hogar del jubilado de Santa Cruz en el año 2011 cuando se instaló un nuevo sistema de calefacción gracias a una subvención del Principado que fue ampliada con fondos propios del Consistorio. De hecho, además de actuar en estas instalaciones, el Ayuntamiento hizo diversas reformas en los centros de Ujo, Riotubio y Figaredo.

La asamblea de socios celebrada ayer en Santa Cruz arrojó poca luz sobre el futuro del hogar del jubilado. En principio, el Ayuntamiento no se hará cargo de las facturas que estén sin pagar. Ni los usuarios ni el Ayuntamiento requirieron a lo largo de los últimos años ningún tipo de informe de gestión a la directiva ahora desaparecida.