La batalla entre los taxistas que operan en el casco urbano de Mieres y el Ayuntamiento ya está en los tribunales. El Juzgado contencioso-administrativo ha admitido a trámite la denuncia que los profesionales del sector han formulado argumentado el perjuicio económico que les está suponiendo la entrada en vigor de la nueva ordenanza que les regula. Se trata de la normativa municipal que surgió ante la necesidad de poner en funcionamiento la nueva parada del hospital, que consiguió abrirse el 14 de agosto y que actualmente funciona con normalidad.

La ordenanza salió adelante a finales del anterior mandato municipal, también conducido por IU, y tenía como principal objetivo igualar a todos los profesionales que operaban en el concejo, tanto los del casco urbano como los del extrarradio. La medida dejó claro desde un primer momento que disgustaba a los primeros y contentaba a los segundos. Estos últimos decidieron quedarse al margen, pero los primeros quisieron plantar cara al sentirse ninguneados por el Consistorio. Ignacio Suárez, presidente de la Asociación Sindical de Taxistas Autónomos de Mieres (Astam) explicó que, tras admitir el Juzgado la denuncia, "ahora sólo nos queda espera a que se manifieste el tribunal". Mantienen un rechazo tajante a la medida impulsado por los responsables municipales del equipo de gobierno de Aníbal Vázquez y esperan encontrar el respaldo de los tribunales.

Antes de que se presentase la denuncia, el abogado de los taxistas presentó un escrito en el registro municipal en el que pedía la paralización de la nueva ordenanza con el argumento del perjuicio económico que traería la medida para sus clientes. Pero la respuesta del Ayuntamiento, como se esperaba, fue negativa, así que se optó por la vía judicial, llevando el caso ante el Juzgado contencioso-administrativo, que tendrá que pronunciarse al respecto.

La ordenanza, que en realidad es una modificación de la que había anteriormente, equipara a todos los taxistas, tanto los que operan en el casco urbano como los del extrarradio, con especial presencia en el valle de Turón. Esto significa que todos tienen acceso a las mismas paradas del concejo. Esta modificación lleva consigo la obligación a los profesionales para que cobren al usuario desde la parada de taxi más cercana al lugar de recogida, en el caso de que se utilice el servicio desde el teléfono, independientemente del lugar en el que se encuentre el taxista en ese momento. De momento, y como apuntó Suárez, "estamos trabajando con normalidad y con buena convivencia entre unos y otros, aunque no estemos de acuerdo con la ordenanza actual".

La decisión de modificar la ordenanza se llevó a cabo con la apertura de hospital. Hasta entonces, había un taxista que tenía la licencia para operar en Santullano, donde se ubica el centro sanitario y mostró su queja al encontrarse con otros taxistas en el estacionamiento, así que se cerró. Dado el volumen de usuarios, el servicio no se podía hacer con un taxista, así que se decidió abrirlo a todos con la ordenanza, aunque esto tuvo otras consecuencias.