El Ayuntamiento de Aller ofrecerá exenciones de hasta el noventa y cinco por ciento en las licencias de obra para la rehabilitación de las cabañas que resultaron calcinadas durante los incendios forestales que arrasaron hace unas semanas los montes de Asturias. En el caso concreto del concejo, los fuegos de mayor incidencia se registraron en el entorno del monte Espines. Se calcinaron por completo quince cabañas de ganaderos de la zona. La propuesta, aprobada ayer mismo por el gobierno local (PSOE), surgió a petición del PP.

El portavoz de la formación municipal, Juan Antonio del Peño, destacó ayer que "nos parece una medida justa para ayudar a reparar los cuantiosos daños que se han producido en nuestro concejo tras las quemas". Los populares también pusieron sobre la mesa la propuesta de declarar el entorno como zona catastrófica "o con la catalogación que hubiere a lugar".

El concejal de Ganadería, Rubén Mallada (PSOE), ya ha iniciado los trámites para proceder a la reclamación formal ante el Principado de Asturias. Juan Antonio del Peño afirmó que "la Corporación tiene que volcarse con este nuevo varapalo que ha sufrido el sector de la ganadería, uno de los pilares económicos que sustentan al concejo". "También tendríamos que hacer fuerza para conseguir que el Principado articule las medidas necesarias para evitar que se produzca una nueva catástrofe de esta envergadura", añadió del Peño.

El fuego en Aller afectó al monte de Espines. Está cerca de los emblemáticos megalitos del Padrún: restos prehistóricos incluidos en el catálogo de la Dirección General de Patrimonio del Principado de Asturias. El suceso despertó la preocupación en el Ayuntamiento de Lena. Tanto es así que el alcalde del concejo, Ramón Argüelles (IU), ya ha reclamado al Principado que tome medidas para proteger los restos arqueológicos de la Carisa: "Si estos restos resultan dañados a causa del fuego sería una pérdida irreparable", afirmó el máximo dirigente local.