El viejo cuartel de Mieres ha desaparecido por completo. La empresa que se encarga de la demolición del inmueble acaba de derribar la última estructura que quedaba en pie, situada en la zona sur de la parcela. La contrata estima que en un plazo de quince días, aproximadamente, la parcela quedará despejada.

La obra de derribo del cuartel ya ha entrado en la fase de desescombro. Toda la estructura está ya en el suelo. Durante las próximas semanas las labores se centrarán en la retirada de materiales para dejar el solar despejado y listo para la construcción del nuevo cuartel, aunque esta actuación se hará esperar algún tiempo.

El Ministerio del Interior prevé que la Guardia Civil tenga un nuevo cuartel en el año 2019. Así lo afirmaron el pasado miércoles tanto el delegado del gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, como el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, tras visitar las obras de demolición del viejo inmueble. Ambos confirmaron que Interior ha consignado una partida plurianual que asciende a más de 7 millones de euros para el equipamiento, cuya obra física comenzaría en 2017. La inversión prevista y programada por la administración central recoge para Asturias más de 9 millones de euros, de los que el grueso serán para el acuartelamiento de Mieres. Según detalló Arsenio Fernández de Mesa, en el presente 2016 se ha reservado una partida de 315.000 euros, que se empleará en ajustar el proyecto a las normativas energéticas y de accesibilidad vigentes. Para el próximo año, 2017, se destinarán 1,8 millones de euros. En ese ejercicio está previsto que comience la obra civil para levantar el nuevo acuartelamiento.

Casi un lustro después de ordenarse el desalojo del antiguo cuartel, el inmueble es ya historia. En enero del año 2011, una visita de varios arquitectos del Ministerio del Interior daba la voz de alarma: el viejo cuartel no reunía las condiciones mínimas de seguridad para los agentes, ya que además de aluminosis, el inmueble sufría carbonatosis, unos daños en el cemento que provocan desprendimientos.