Villaviciosa,

Covadonga JIMÉNEZ

«La manzanera» de Benlliure está de vuelta en Villaviciosa. La escultura, erigida en 1932 por encargo del Ayuntamiento en honor al mecenas local Obdulio Fernández Pando, luce ahora en la sede de la Fundación Cardín.

Bien plantada, sosteniendo su cesto de manzanas y más reluciente que nunca. Así se muestra al visitante en la sala donde permanecerá expuesta mientras finalizan las obras del teatro Riera y regresa a su emplazamiento original. La restauradora Begoña Blanco del Busto ha sido la encargada de limpiar la estatua.

Cuentan que el artista se fijó en una sobrina de Obdulio Fernández para realizar el rostro de la escultura. Sea como fuere, Mariano Benlliure quiso plasmar en esta obra el agradecimiento del pueblo de Villaviciosa hacia su benefactor. El monumento se levantó sobre el pilón de una antigua fuente de La Oliva. Bajo «La manzanera» se emplazó un medallón con el perfil del mecenas local y las figuras de una gaitero y un tamborilero.

Fernández Pando fue uno de los grandes valedores de la actividad empresarial de Villaviciosa, a través de la gerencia de Valle, Ballina y Fernández, S. A. Colaboró en el acondicionamiento del cementerio de Amandi, donó la escuela de Cazanes y realizó una destacada aportación para la construcción de la de Carda, al tiempo que realizaba donaciones constantes para el mantenimiento del Colegio San Francisco y la nueva sede el Ateneo Obrero.

Su gran obra fue la edificación de las escuelas graduadas, cubriendo así el desarrollo de la actividad de la enseñanza para todos los niños y niñas de la Villa. Varios artículos de la prensa de la época ensalzan su figura. «El Progreso» lo señala como uno de los hombres que ha conseguido elevar «a rango universal» el nombre de Villaviciosa. A su muerte, el 28 de julio de 1927, se constituyó una comisión que planteó erigir un monumento en su memoria y dedicarle una calle. El Ayuntamiento aprobó la propuesta en pleno apenas un mes después de su muerte y encargó la ejecución del conjunto escultórico al valenciano Benlliure, que costó 68.887 pesetas de entonces.

La obra fue inaugurada oficialmente el 12 de septiembre de 1932, ante una multitud de vecinos y visitantes, en plenas fiestas del Portal, siendo alcalde en funciones Rafael Zaldívar Rivero. Desde entonces el bronce original de «La manzanera» luce en un emplazamiento privilegiado, en pleno casco histórico de la Villa.