San Esteban,

V. DÍAZ PEÑAS

El pasado mes de septiembre, concretamente el día 24, se cumplieron cien años de la muerte de Edmundo Díaz del Riego, propietario y fundador de la publicación «La Ilustración Asturiana», revista de gran raigambre en la comarca del bajo Nalón y que aún hoy en día sigue en la calle a pesar de las dificultades económicas que conlleva para los editores. Para conmemorar el centenario del fallecimiento de Edmundo Díaz, la editorial moscona La Cruz de Grado reeditará los ocho primeros números de la revista.

La publicación facsimilar saldrá al mercado en las próximas semanas y tendrá un total de 144 páginas. Además de los ocho primeros números de esta revista, se incluirá una introducción del profesor de la Universidad de Oviedo Juan José García González. Este volumen, que se enmarca dentro de la colección «Asturias Histórica» promovida por la editorial moscona, también busca la recuperación de documentos históricos de la región. El próximo año se espera editar otro volumen con más números de esta tradicional revista.

Edmundo Díaz del Riego nació en Muros de Nalón en 1871. Como se apunta en la introducción de este volumen que saldrá a la calle previsiblemente antes de mediados de mes, Edmundo era un hombre polifacético, inquieto y con vocación de escritor y periodista. A pesar de no haber cursado ninguna carrera universitaria, fue nombrado redactor jefe del diario «El Carbayón» y fundó dos importantes revistas: «El Nalón», en el año 1897, y «La Ilustración Asturiana» en 1904. Más tarde, en 1907, fundó en Oviedo el nuevo diario «La Opinión Asturiana». El escritor murense murió el 24 de septiembre de 1909, cuando tan sólo tenía 38 años.

«La Ilustración Asturiana» nació con la ambición de ampliar su alcance no sólo al concejo de Muros y su comarca, sino a la práctica totalidad de la región. Contaba con corresponsales en distintas ciudades de los países americanos receptores de emigrantes asturianos y sus colaboradores eran personalidades relevantes, como Félix de Aramburu, Fermín Canella o Rafael Altamira, entre otros. Con la reedición de sus primeros números es como si la revista renaciese.