Candás, Gonzalo BENGOA

El Ayuntamiento de Carreño descarta paralizar los derribos del alto de Aboño, ya que la Autoridad Portuaria de Gijón no tiene obligación de pedir la licencia para ello, según declaró ayer la teniente de alcalde, Áurea Gutiérrez, tras la reunión de la Junta de Portavoces. Gutiérrez explicó que en el encuentro celebrado ayer se dio a conocer el informe del secretario municipal en el que se especifica que «no se necesita licencia para los derribos». Según la teniente de alcalde, el Ayuntamiento de Carreño ya pidió explicaciones a la Autoridad Portuaria de Gijón sobre las demoliciones que tuvieron lugar el pasado 5 de enero y que generaron gran indignación vecinal. Tras conocerse el contenido del informe, se ha dejado claro que el Consistorio no puede hacer nada al respecto.

Los derribos de los que alertaron los vecinos afectaron a una vivienda mariñana, a un establo y a una fuente pública. Los propios vecinos advirtieron al Ayuntamiento de los derribos a través del registro municipal los días 29 de diciembre y 2 de enero. En los escritos presentados se pedía un duplicado de la licencia de derribo, en caso de existir, aunque ahora, con el informe municipal, se conoce que no es necesaria la citada autorización.

Los vecinos se mostraban ayer contrariados con el contenido del informe municipal. Ángel Varela, uno de los afectados, insistió en que la «solución está en los Juzgados, después de conseguir las justificaciones necesarias». Y añadió: «Seguiremos en esta guerra que nosotros no empezamos». Según criticó el vecino afectado, los responsables del derribo «sólo quieren que desaparezca la gente del alto de Aboño». Ángel Varela afirmó que personal del Principado se mostró interesado en este asunto y le insistió en la necesidad «de que existan licencias y un estudio previo de los edificios» antes de ser demolidos.

Según los vecinos, El Musel ha parado estos días los trabajos de carga de los escombros que ha generado hasta ahora. «El daño ya está hecho», lamentan.

El caso.

- La Autoridad Portuaria de Gijón derribó sin licencia el pasado 5 de enero una vivienda mariñana, un establo y una fuente pública en el alto de Aboño.

- Se salvó la escultura «La Chata», dedicada a Isabel de Borbón, gracias a que un vecino la rescató de la piqueta.

- Los vecinos ya conocían las intenciones de la Autoridad Portuaria y presentaron escritos al Ayuntamiento el 29 de diciembre y el 2 de enero para pedir un duplicado de la licencia de derribos, en caso de existir.

- En el informe del secretario municipal se explica que El Musel no requiere de licencia de Carreño para tales derribos.