Nava,

Mariola MENÉNDEZ

En la Comarca de la Sidra creen que la rutas en bicicleta son un atractivo turístico sin explotar, por lo que quieren vender sus excelencias a los visitantes sobre dos ruedas. La ex ciclista profesional Ruth Moll es la promotora de una iniciativa que, asegura, es pionera en la región.

Aunque estudia la idea de incorporar una ruta de senderismo, de momento, la propuesta es un trayecto de 211 kilómetros, con 5.427 metros de desnivel, con inicio y fin en Nava. Recomienda completar el itinerario en 4 días, aunque hay un margen de entre 3 y 6. Para el primer día propone desde la Villa de la Sidra, tomar rumbo hacia les Praeres, Infiesto y terminar en Cangas de Onís, para hacer noche.

La segunda jornada se sale de esta localidad hacia Arriondas, el Fitu, Caravia y La Isla, por el Camino de Santiago, hasta recalar en Colunga.

El tercer periplo va hacia Lastres, Villaviciosa, igualmente por la ruta jacobea, pasando por La Campa, Fumarea y Quintueles, donde se hace un alto en el camino para ver un lagar, que completa la visita del Museo de la Sidra, en Nava. La meta está en Gijón. El cuarto se regresa por monte Deva y la Campa. En cada hotel sellarán el trayecto diariamente y quien finalice la ruta recibirá un «maillot» acreditativo.

«No hay un producto turístico así en Asturias y atrae a un turismo de calidad, con una media de edad de a partir de 35 años y un nivel adquisitivo medio-alto», apunta Ruth Moll. La ex ciclista profesional indica que Cataluña es una comunidad pionera en este sector y su objetivo es que en tres años realicen esta ruta unas 500 personas al año. Sostiene que la mayoría de los ciclistas vendrán de otras regiones, así que es una buena vía para captar visitantes, un objetivo de los responsables de la Mancomunidad de la Sidra.