Desde esta misma semana, el bar-tienda rural de Pervera está de nuevo en funcionamiento bajo la dirección de Julio César Fidalgo, quien resultó vencedor en la licitación emprendida por el Ayuntamiento de Carreño. Y reabre con novedades, puesto que contará con un hórreo a pequeña escala que ha sido construido en las inmediaciones del Centro de Iniciativa Rural donde se aloja el bar-tienda. Aunque la noticia más relevante es que creará dos puestos de trabajo.

«La mejora de las infraestructuras y las comunicaciones que ha supuesto la creación de una red de Centros de Iniciativa Rural en varias parroquias facilita que en el medio rural carreñense puedan desarrollarse iniciativas empresariales como esta, que no sea sólo el sector primario», afirmó Amelia Fernández, concejala de la zona rural del Ayuntamiento de Carreño.

El Ayuntamiento, tras el cese voluntario de la anterior responsable de la instalación de Pervera, abrió el pasado mes de mayo un proceso de licitación pública para la concesión administrativa de la explotación y gestión del bar-tienda, ubicado en un local de titularidad municipal. Esta explotación está dirigida a personas que quieran desarrollar su proyecto laboral y de vida en el medio rural.

En esa licitación participaron siete personas que presentaron en el departamento de contratación los proyectos de gestión y sus ofertas económicas. El proceso se resolvió en favor de un vecino de Carreño, Julio César Fidalgo, de 40 años, que estaba en situación de desempleo. «Él fue quien obtuvo la máxima puntuación al presentar la mejor oferta técnica y económica, lo que permite la reapertura del establecimiento y consecuentemente la creación de estos nuevos puestos de trabajo», añadió Fernández, quien acudió a la inauguración del centro acompañada por el alcalde de Carreño, Ángel Riego, y el concejal de Turismo, José Manuel Muñiz.

En una ubicación privilegiada, en la falda del Monte Areo, el equipamiento público cuenta con un aparcamiento gratuito, telecentro rural, zona de juegos infantiles y con un espacio biosaludable donde las personas mayores pueden hacer ejercicio físico. Recientemente un grupo de voluntarios de la parroquia construyó un «minihórreo», bajo la dirección de Juan Carlos López.

«Con la reapertura del bar-tienda pretendemos dar un buen servicio al vecindario e ir haciéndonos con un prestigio en la zona, al ofrecer un servicio familiar, cercano, rápido y de calidad», aseguró el nuevo adjudicatario de la instalación, Julio César Fidalgo.