Negro. Así ven los jóvenes ganaderos su futuro en el campo. Pero, como dicen, al menos tienen trabajo y no están en la cola del paro. Justamente eso es lo que les da hoy en día fuerzas a muchos de ellos para seguir aguantando el chaparrón económico bajo el paraguas. «Ahora mismo, los ganaderos, más que vivir, malvivimos, porque trabajo no falta, pero ganancias hay muy pocas. Aun así, lo prefiero. Aparte de que me gusta lo que hago, de esta forma, no estoy parado», afirma Samuel Ruso, uno de los muchos jóvenes que ayer participaron en el XXIII Concurso exposición de ganado de Piedeloro, celebrado en el marco de sus fiestas y dedicado a las razas asturiana de los valles y doble grupa.

Al igual que Ruso, el joven David García opina que, aunque el futuro lo ve «muy mal», por lo menos, lo va a intentar. Y es que la realidad es cruda. «Estamos resistiendo, pero de milagro, porque aquí todo sube menos lo que producimos», denuncia el ganadero Luis López, de Pravia. Pero más vale ponerle buena cara al mal tiempo e intentar de alguna manera levantar cabeza. Y una buena forma de conseguirlo es asistiendo a concursos de ganado. Llevarse una copa a casa siempre anima. Y más tratándose de un evento tan «familiar», como definen al de Piedeloro, que en esta edición reúne 243 reses de 33 ganaderías, la mayoría de Llanera, Pravia, Gozón, Avilés, Villaviciosa, Nava y Carreño. Hoy tendrá lugar el desfile de las vacas campeonas.