La crisis financiera de la Mancomunidad del Cabo de Peñas que integran Carreño y Gozón está a punto de dar al traste con su institución más emblemática: la piscina de Antromero, que podría cerrar antes de Semana Santa si no se resuelve la deuda que Gozón tiene contraída con el ente comarcal. A pesar de que este Ayuntamiento ha hecho efectivo recientemente el pago de una mensualidad, por valor de 30.000 euros -aún no recibidos por las empresas-, la situación es tan delicada que "o se resuelve buena parte de la deuda en los próximos dos o tres meses o en Semana Santa ya no habrá piscina porque no podrá abrir por falta de personal", según las propias implicadas.

Las cuatro empresas que prestan servicio en la piscina de Antromero no cobran desde mayo de 2013 por los impagos del Ayuntamiento de Gozón, que ahora trata de resolver la deuda con una modificación estatutaria del órgano que permita la reducción del gasto y que facilite sus aportaciones económicas mes a mes. Esta medida está en vía de tramitación y, según señalaron fuentes del gobierno gozoniego, se votará en una o dos semanas.

Alguna de las cuatro empresas de la piscina, debido a esta situación crítica, podría incluso desaparecer, al haber agotado hasta la fecha todas las posibilidades de crédito que les conceden las entidades bancarias. Y es que esas firmas, que se encargan de tareas como el socorrismo y los cursos que se realizan en la instalación, han procurado el pago de varias nóminas a sus trabajadores aun cuando la Mancomunidad no les paga a ellas. La situación afecta directamente a una docena de trabajadores, que hasta hace pocos meses habían podido cobrar gracias al esfuerzo realizado por las empresas, que tienen todo el aval de la gerencia de la piscina, y de la dirección de la Mancomunidad.

La solución pasa, de forma inmediata, por la subida de precios públicos para el uso de la instalación, una decisión que cuenta con el beneplácito de todos los partícipes en la gestión de la piscina y de la Mancomunidad, habida cuenta de que se trata de una de las instalaciones de este tipo más baratas de la región. "El usuario entiende la subida de precios si eso le permite seguir disfrutando de un servicio que le proporciona salud", consideran los responsables del centro.

Pero hay otras soluciones para incrementar los ingresos de la piscina de Antromero, cuya construcción motivó la fundación de la Mancomunidad del Cabo Peñas que integran Carreño y Gozón.

Se trata de aprovechar los llamados activos ociosos, terrenos propiedad de la Mancomunidad que podrían servir, por ejemplo, para la construcción de dos pistas de pádel. Tendrían un coste de 15.000 euros cada una, rápidamente amortizable.

Pero hay otras fórmulas, como es "el ahorro energético". Se trata de la posible incorporación de una manta térmica para cubrir la piscina por las noches, que permitiría conservar la temperatura del agua sin hacer un mayor gasto eléctrico. En algunas piscinas de Gijón, donde ya se usa, se alcanza un ahorro anual de 15.000 euros, aproximadamente. Todas estas medidas, no obstante, deberán ser puestas en marcha cuanto antes o la piscina podría encontrarse cerrada cuando se aprueben.

Cambios

Subida de precios

Este año se espera un incremento de las tarifas y de los abonos para el uso de las instalaciones de la piscina mancomunada. La de Antromero, es la piscina con los precios más bajos de Asturias y desde su apertura, en el año 2003, solo ha registrado dos subidas tarifarias.

Reducción de edad adulta

Se rebaja de los 16 años actuales a los 14 la edad mínima para pagar entrada de adulto. De este modo aumentará la caja.

Cierre durante dos meses

Se propone el cierre de la instalación entre el 15 de julio y el 15 de septiembre. Esta medida permitiría un ahorro de 16.000 euros, una vez descontada la merma de ingresos.

Explotación de los terrenos en torno a la piscina

Se considera viable la construcción de dos pistas cubiertas de pádel y la habilitación de un aparcamiento de autocaravanas, como medidas para favorecer un aumento de los ingresos. Ambas instalaciones supondrían, además, un reclamo para aumentar los usuarios de la piscina. Un estudio considera que se trata de instalaciones con una demanda creciente y cuya viabilidad podría estar garantizada a largo plazo. También se propone la construcción de un parque de mayores, como complemento de la piscina.