Finalizado, el ciclo festivo que a lo largo del año, y principalmente durante el periodo estival, se viene ofreciendo en nuestra villa, me parece oportuno comentar algunas ideas al respecto.

Comenzaré destacando el desarrollo de dos festejos que merecen toda nuestra atención, puesto que están alcanzando notorio éxito.

Me refiero en primer lugar al Teatro Costumbrista Asturiano, que desde el año 1994 se viene ofreciendo durante el periodo estival en el Teatro Prendes y que, reuniendo a los mejores grupos regionales, con un amplio y bien orientado programa, está adquiriendo un merecido reconocimiento en toda nuestra comunidad. Es obligado citar aquí a su principal responsable, Alain J. Fernández, por la aportación que despliega, con gran sentido de organización y simpatía, que avala los éxitos del programa. Estamos pues ante un festejo muy logrado que ha prendido con fuerza en nuestra villa y que avanza año tras año.

En segundo lugar, contamos más recientemente, desde el año 2010, con la puesta en marcha del festival "Canciones de la bodega", que se celebra en la modalidad de concurso. Un festejo que enlaza perfectamente con nuestra identidad de antaño, ya que rememora nuestras costumbres, que desde muy atrás eran práctica diaria de nuestras familias. En definitiva, se trata de un ejercicio cuya costumbre reflejaba, y ahora lo recuerda, sabor marinero de hondo calado. Hemos de señalar aquí la valiosa aportación de José Ramón González Muñiz, creador e impulsor de estas jornadas. Como también es de agradecer la colaboración de Salvador Cuervo, ya que con su bagaje músico-cultural, adquirido a través de su estudio y práctica, supone una garantía para este y otros eventos.

Expongo, sin embargo, mi criterio para tratar de actualizar y, si cabe, mejorar otros festejos que en mi opinión requieren o bien su incorporación al programa o, en todo caso, algún tipo de variante.

Canción asturiana. Festival actualmente en auge. Recomiendo su reincorporación al programa en la modalidad de concurso que, si bien presenta más dificultades en su preparación y desarrollo, ofrece una mayor perspectiva en los resultados. Dado que en nuestro caso, además, los alicientes que representa este evento y nuestra estrecha vinculación con Gijón y con las cuencas mineras, zonas de mayor influencia junto con Oviedo, son factores que favorecen, considero que, con una organización adecuada, tiene todas las posibilidades de autofinanciarse. Cabe señalar que la celebración anterior de este concurso, durante los años setenta, programado entonces por la Sociedad de Festejos de Candás, no solo generó beneficios económicos, sino que reavivó el carácter afín de las cuencas mineras y nuestro pueblo.

Festejos náuticos. Por tratarse de aspecto de fuerte arraigo en nuestras prácticas y costumbres de antaño, sería interesante fomentar y ampliar el desarrollo de estos festejos, incorporando la tradicional regata de botes, la cucaña, natación, suelta de patos, que con las pruebas de piragüismo, deporte rey en nuestro caso, completarían un vasto programa.

Musical. Dentro de este capítulo considero atractivo presentar algunas de las orquestas más cualificadas en sesión matinal y en la plaza de la Baragaña, que me parece el lugar más apropiado para celebrar conciertos, manteniendo el resto del programa musical, como se viene haciendo, en el parque de Les Conserveres.

Desfile de charangas. Este festejo requiere ser potenciado en todo su ámbito: ornamentación de vehículos, vestuario y dinámica de los componentes. Es un número que por su idiosincrasia representa muy bien nuestro estilo, y por eso, debe contar con todo nuestro estímulo, intentando elevar su calidad. Aun admitiendo que este año apuntó una ligera mejoría, todavía está lejos de lo que debería ser.

Festival de la sardina. Tal vez le falte a este festejo algún grado de renovación. ¿No sería interesante reforzar el número y la procedencia de los empresarios? Por otro lado, sería positivo, además, incorporar alguna variante como pudiera ser, entre otras, la figura de un pregonero.

Quiero dejar constancia de mi intención con las ideas que acabo de exponer. Conocedor de lo que supone organizar todos estos eventos, únicamente persigo, sin ánimo de ningún tipo de crítica, la mejora para el prestigio de nuestro pueblo, reconociendo y agradeciendo desde mi sencilla parcela el trabajo que han venido prestando y prestan las distintas personas que ocuparon y ocupan diferentes responsabilidades en el quehacer de nuestra querida villa.