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Y Lugones se movió

"La idea de la línea de participación de Siero está muy bien, el problema es que no da respuesta", señala el colectivo juvenil que recoge las quejas vecinales

Christian Álvarez, Pedro Rodríguez-Noriega y David Díaz. MANUEL NOVAL MORO

Poco podían imaginar los cinco jóvenes que pusieron en marcha hace dos años la asociación "Lugones se mueve" que acabarían convirtiéndose en la voz de su pueblo. Así ha sido, y eso que su colectivo había nacido "para ocupar un espacio que nadie había cogido". Christian Álvarez, Pedro Rodríguez-Noriega, David Díaz, Eloy Asenjo y Javier Santamaría crearon la asociación, fundamentalmente, para poner en marcha el Festival de la cerveza, que se celebra cada año en mayo, y el Festival de la sidra, que Lugones acoge en abril.

"En Lugones había dos fiesta en agosto, y el resto del año no había nada. Queríamos aportar algo más, pensamos en la fiesta de la cerveza, porque tiene mucho tirón, y en la de la sidra, porque Siero es un concejo sidrero", explica Christian Álvarez.

Las fiestas salieron bien, pero ocurrió algo más. "Abrimos una página en internet para darnos a conocer, y la gente, al ver el nombre, empezó a volcar sus quejas y peticiones. Cuando nos dimos cuenta habíamos recopilado muchísimas", comenta Álvarez. Entonces comprendieron que, aunque no se lo habían propuesto, habían adquirido cierta responsabilidad con su pueblo. "Si podemos ayudar, ayudamos", asegura David Díaz.

La asociación comenzó a redactar periódicamente las quejas y solicitudes para remitirlas al Ayuntamiento de Siero. Con el tiempo, comprobaron que su trabajo surtía efecto, sobre todo en las pequeñas cosas: "denunciabas un bache, una molestia, la rotura de algo, y al día siguiente lo venían a reparar; pasamos a unos números impresionantes, ahora tenemos casi 2.200 seguidores".

Los miembros de la asociación llegaron a tener dos reuniones con el alcalde de Siero, Eduardo Martínez Llosa, y más tarde se reunieron con los partidos políticos de la Corporación. Su vocación contestataria hizo que en el entorno del gobierno los acusasen de estar adscritos a la línea de alguno de los partidos. Sin embargo, los hechos no tardaron en desmentir esa afirmación, porque a la oposición también le llovieron críticas procedentes de "Lugones se mueve".

Ellos creen que si se han convertido en vehículo de las quejas es porque el conducto de participación ciudadana que tiene abierto el Ayuntamiento de Siero, la línea verde, no sirve. "La idea está muy bien, pero el problema es que si yo digo algo en esta línea no hay respuesta", critica Díaz.

Ahora, hay otro problema añadido. El equipo de gobierno ya no les contesta. "La última vez que les enviamos un escrito con las reivindicaciones fue en julio; no nos han contestado todavía, ni el alcalde ni Rafael Rodríguez, de Conceyu, que al principio siempre estaba dispuesto". A su juicio, los problemas más sonados en la localidad fueron la zona azul y el cambio en el sistema de recogida de basuras, sobre los que recibieron muchísimas quejas porque, denuncian, no se escuchó la opinión vecinal.

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