La actriz naveta Luisa Aguilar sigue viviendo su sueño mexicano. Tras varios meses de intenso trabajo acaba de debutar en la gran pantalla. La película "El silencio de Augusto" se estrenó recientemente en la Gran Fiesta del Cine Mexicano celebrada en Guadalajara. Fue galardonada con la Mención de Honor del jurado por "su bien logrado discurso cinematográfico, acertada dirección y la calidad interpretativa de su elenco". Esta era la primera proyección en una sala de cine y antes de su distribución comercial participará en varios festivales más.
"Ha supuesto un reto en mi carrera", reconoce Luisa Aguilar. Explica que el filme "traza el alma humana a partir de la tragedia de Augusto". El guión está basado en un hecho real que sucedió en Monterrey en los años noventa. Augusto encuentra a su esposa Natalia -papel que encarna la actriz naveta- en la cama con otro hombre. El despechado esposo agarra un revólver y se pega un tiro en la cabeza, pero no muere.
"La película tuvo muy cálida acogida durante su exhibición. El público se entregó con cariño al elenco y su director al finalizar su exhibición", destacó Aguilar.
"Natalia ha sido un personaje muy diferente a los que he hecho hasta ahora", reconoce la naveta. Se trata de una mujer exitosa, atractiva, fría y ambiciosa, que lleva a las últimas consecuencias sus acciones con tal de no ser descubierta. "El silencio de Augusto ha supuesto mi incursión en el cine de la mano de Adrián Contreras, un joven director mexicano, con mucho talento, que me vio trabajar en teatro hace tres años y que confió en mí para encarnar a Natalia", argumenta. De hecho, la mayor parte de la trayectoria profesional de Luisa Aguilar está ligada a las tablas y en Asturias triunfó con la compañía "Kamante Teatro", dirigida principalmente al público familiar. "Para mí ha sido una experiencia maravillosa estar bajo la batuta de Adrián y trabajar con actores de la talla de Regina Orozco, Eduardo Azuri, Bárbara Torres, Diana Lein y Jorge Lan. Ha supuesto un gran aprendizaje tanto a nivel actoral como humano", apuntó desde el otro lado del charco.
Reconoce que fue especialmente intenso ver el resultado final en la gran pantalla porque "en cine trabajas con el tiempo desordenado, a veces durante meses, y cuando por fin ves armado el rompecabezas fruto de tantos compañeros la sensación es de una emoción indescriptible".
Ahora confía en que "El silencio de Augusto" siga cosechando éxitos teniendo una buena acogida tanto en festivales como en salas comerciales, en las que se distribuirá el próximo año, pues "es un proyecto hecho con mucho talento y corazón". En lo personal desea que se convierta en un "escaparate" para su trabajo y que "tras esta película pueda seguir haciendo cine y televisión en México y, si es posible, en España".
