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Suárez: "No soy alcalde de Valdesoto por política, sino para resolver problemas"

El alumbrado público, el saneamiento y la seguridad escolar son sus prioridades

Efrén Suárez, nuevo alcalde de barrio de Valdesoto. LUCAS BLANCO

En unos tiempos en que la política está desprestigiada y la vocación de servicio público poco concurrida, todavía hay gente joven que está dispuesta a renunciar a parte de su tiempo libre con el objetivo de buscar mejoras para todos. Es el caso del joven Efrén Suárez, de tan sólo 26 años, que desde el pasado día 10 es el nuevo alcalde de barrio de Valdesoto, tras la negativa de su antecesor, el veterano Juan Martínez, a seguir en el cargo y al ser la suya la única candidatura presentada.

La de este estudiante de último curso de la licenciatura de Ingeniería de Comunicaciones es una historia curiosa, pues es vecino de la parroquia desde hace apenas cinco meses. Sin embargo, su vinculación desde hace años con Valdesoto y su interés por obtener mejoras le llevaron a dar el paso de ejercer, como él dice, "de intermediario entre los vecinos y el poder".

Suárez nació por circunstancias de la vida en Pamplona. Sus padres, ambos langreanos, se trasladaron a la capital navarra por motivos de trabajo y allí formaron una familia. Nueve años después, se trasladaron a Pola de Siero, y finalmente se establecieron en La Carrera. De ahí llegó el ya alcalde de barrio el pasado mes de mayo para vivir en territorio valdesotino.

Sin embargo, sus lazos con la localidad se estrecharon mucho antes, hace seis años, cuando inició la relación con su novia, Rosalía Martínez, y el amor hizo que se convirtiese en un incondicional más de la vida diaria de Valdesoto. "Aparte de que ya soy vecino, antes era un incondicional de todo lo que por aquí se organizaba", indica.

Ahora espera estar a la altura de una responsabilidad que dice asumir por simples ganas de colaborar por el bien común. "No se trata de política, sino de intentar resolver los problemas que existen en el pueblo", comenta, a la vez que pone sobre la mesa la dejadez en cuanto al alumbrado público, las deficiencias en el saneamiento y las carencias en materia de seguridad en la zona escolar.

Con respecto a si se siente respaldado o si piensa que el ser originario de otro lugar puede ser un problema, no tiene dudas. "Di el paso porque al ver que nadie se movía sondeé a la gente, y para mi sorpresa fueron muchos los que me animaron a seguir adelante", sostiene Efrén Suárez, que espera "dar una vuelta y una bocanada de aire fresco" a la movilización vecinal para acabar con problemas que llevan mucho tiempo coleando en esta zona de Siero.

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