En la madrugada entre el 24 y el 25 de octubre de 1934, un grupo de 24 hombres procedentes de la cuenca del Nalón, de ideologías diversas y algunos de ellos ni siquiera implicados en la movilizaciones obreras, fueron asesinados en La Coruxona, en las cercanías del pozo Mosquitera. La ejecución, urdida por miembros de la Guardia Civil y del Regimiento 32, era una represalia por el asalto al cuartel de Sama de Langreo. Cuando la noticia se supo, la Guardia Civil ordenó desenterrar los cuerpos, que fueron reubicados en una fosa común en el cementerio de Carbayín Alto.

El cementerio sierense es, desde entonces, lugar de memoria y reivindicación política, especialmente desde que hace unos años se erigiese un monumento a esas 24 víctimas, los llamados "Mártires de Carbayín". Un lugar en el que ayer se reunieron, guiados por un mismo espíritu, comunistas, socialistas y republicanos que reivindican la lucha por las libertades como punto de unión entre todos ellos.

Intervinieron en el acto Roberto García Morís y Alberto Rodríguez, por parte del PSOE de Siero; el también socialista Ángel García, como alcalde de Siero; Nati Menéndez, del PC; Charo Menéndez, de IU; y Ángeles Flórez Peón, "Maricuela", que se mostró muy emocionada al recordar a sus familiares represaliados por su ideología.

"Tenemos que estar todos, cada uno con su ideología pero unidos como hermanos. Así ganaremos una España libre y honrada", afirmó "Maricuela", especialmente feliz al ver a un nutrido grupo de jóvenes participar en el homenaje. Unas palabras que emocionaron a los asistentes, que despidieron el acto entre aplausos y al grito de: "¡Viva la República!".