Un arqueólogo sierense ha propuesto al Ayuntamiento de Siero la realización de una campaña de sondeos en Paredes, justo detrás del complejo comercial, para ubicar los restos de una villa romana. El Consistorio no ha tomado aún decisión alguna sobre la propuesta, que plantea iniciar los sondeos en terrenos del parque metropolitano.
Aunque el arqueólogo prefiere mantener el anonimato, toda vez que el proyecto está en una fase muy inicial, sí que ha concretado a este periódico que los objetivos de su proyecto pasan por fijar la extensión exacta de la villa, concretar su contexto cronológico y ofrecer una visión precisa sobre las posibilidades de recuperar el yacimiento en un futuro.
Según explica el mismo arqueólogo, los sondeos comenzarían en la zona que está justo detrás de Ikea, donde se localizan unos restos arquitectónicos. Una zona que cobró actualidad recientemente por ser ofrecida al Real Oviedo para que instalase en ella su ciudad deportiva. Dada la extensión de terreno público del parque metropolitano (111.000 metros cuadrados), este uso deportivo no sería incompatible con la campaña de sondeos.
La existencia de una villa tardorromana en Paredes está documentada desde los años cincuenta del pasado siglo. El arqueólogo José Manuel González y Fernández-Vallés identificó en 1957 los primeros restos vinculados a la villa: unos muros hallados en la finca Solavilla y restos cerámicos en Los Molinos.
Cuatro décadas después, durante la construcción del complejo comercial conocido ahora como Intu, una excavación arqueológica liderada por Otilia Requejo, actual directora general de Patrimonio, descubrió la necrópolis de la villa, compuesta por 36 tumbas, y recuperó un rico ajuar funerario con medio centenar de piezas cerámicas y recipientes de vidrio.
Durante aquella campaña arqueológica, desarrollada en torno a 1997, también se hallaron abundantes restos cerámicos en el extremo sur del perímetro de construcción del complejo comercial, justo en la parte de atrás de Ikea en la que se localizan esos restos arquitectónicos, y que coincide con las lindes de las fincas Solavilla y Los Molinos, a las que había hecho alusión José Manuel González y Fernández-Vallés.
Estos restos están datados entre finales del siglo IV y principios del V después de Cristo, la misma cronología que la cercana necrópolis (que dista apenas 400 metros lineales), y merced a una prospección geofísica se detectaron restos de estructuras subterráneas en esa zona.
Estos hallazgos permitieron a los investigadores concluir que la necrópolis de Paredes estaba, de hecho, vinculada a una villa tardorromana de cierta entidad, bautizada como Villa del Monte Les Muries, por ser este el nombre de la casería que se localizaba en la zona. La ausencia de posteriores excavaciones, no obstante, ha impedido ahondar en el conocimiento de este asentamiento.
Según explica el arqueólogo que propone realizar los sondeos, la dispersión de los hallazgos parece indicar que la villa se encuentra entre la finca de los Molinos y el Monte, sin poder concretar ni las dimensiones exactas, ni el estado de conservación de los restos.
