El Ayuntamiento de Siero prevé que la falta de permisos y autorizaciones por parte de varios de los propietarios de las 33 fincas afectadas por las obras de saneamiento de Castañera y El Campo, en la parroquia de Granda, impedirá iniciar antes del 31 de diciembre unos trabajos para los que había consignados unos 700.000 euros para este año.

El anuncio fue realizado por el propio alcalde, el socialista Ángel García, durante una reunión mantenida con los vecinos para explicarles el proyecto y atender posibles sugerencias, en la que quiso dejar claro el compromiso de su equipo de gobierno con el la actuación.

"Hay proyecto, dinero y voluntad política, pero nos faltan los permisos", declaró García, quien no descartó la posibilidad de recurrir a las expropiaciones forzosas si la falta de autorizaciones sigue demorando el inicio de las obras. "En casos como el de Bobes, los trabajos nos llevaron siete años por estos problemas", recordó.

Ante las preguntas de los vecinos sobre los motivos que llevaron al Consistorio a decantarse por el saneamiento de estos barrios antes que de otros de la parroquia, el Alcalde eludió entrar en polémicas. "Era la única zona para que teníamos anteproyecto y esto no supone que descartemos acometer los otros", manifestó, poniendo como ejemplo otros saneamientos que ya están en marcha en el municipio, como el de Celles.

Por su parte, el ingeniero municipal, Juan Carlos Álvarez, que participó en la reunión junto con el regidor y los ediles Javier Rodríguez y Aurora Cienfuegos, rindicó que se valoraron diferentes factores para redactar un proyecto que consideró el más apropiado. "Será necesario crear un nuevo aliviadero porque el de La Sierra está demasiado alto", explicó el experto.

Álvarez destacó que las obras supondrán la creación de 3,3 kilómetros de colectores que se conectarán por un aliviadero común y beneficiarán a un total de 500 vecinos de la zona, que hasta ahora carecían de este servicio considerado prioritario por la colectividad vecinal de la zona.

El plazo de ejecución de los trabajos se estima en diez meses y su coste será de unos 1,37 millones, de los que este año ya habían sido consignados casi la mitad, pero todo apunta a que, debido a la demora en los trámites, volverán a estar supeditados a su inclusión en los presupuestos municipales del año 2016.