Las calles de Noreña pudieron comprobar ayer que para hacer el Camino de Santiago, al menos parcialmente, no hace falta tener mucha zancada. El ejemplo fueron los 35 alumnos del último curso de Educación Infantil del colegio público Condado de Noreña, que ayer pusieron prácticamente la guinda al trimestre conociendo sobre el terreno una materia en la que llevan trabajando desde septiembre.

Los pequeños dedican cada tercio del curso a un tema específico que en este caso decidieron ellos mismos. "Una alumna comentó que su madre había hecho el Camino de Santiago y, como les gustó, decidimos centrarnos en él estos meses", comenta la profesora Belén Coto, que consideró esta temática muy oportuna ante la declaración del tramo noreñense del Camino como Bien de Interés Cultural (BIC) por el Principado el pasado mayo.

Una vez elegido este asunto, los niños llevaron a clase todo tipo de objetos relacionados con el Camino. Desde credenciales y compostelas hasta fotografías de familiares que realizaron alguno de los tramos o visitaron Santiago, pasando por recortes de periódico y mapas del trazado correspondiente al municipio. "Se implicaron mucho", sostienen las profesoras.

Una vez concluidas sus investigaciones sobre este fenómeno histórico, religioso y cultural, los pequeños confeccionaron un mural cargado de colorido con el trazado local y para rematar ayer organizaron una salida que les llevó desde su colegio hasta el Ayuntamiento de Noreña, con varias paradas, como la plaza La Cruz y el el edificio del colegio de Nuestra Señora de Covadonga. "Hasta la iglesia no llegamos porque el cansancio ya pesaba en sus pequeñas piernas", indicó Coto.

Los niños no escatimaron en preparativos. Además del recomendable peto reflectante, acudieron con bastones, conchas de vieiras y los sombreros de peregrino, muchos de hechura casera.

Una vez en la casa consistorial, fueron recibidos por la alcaldesa, Amparo Antuña, que les acompañó a la cola para sellar sus credenciales de peregrinos y les mostró el salón de plenos municipal.