Un 80 por ciento de las enfermedades que trata actualmente la Sanidad las padecen enfermos crónicos. Este tipo de pacientes, además de la asistencia sanitaria, necesita otros soportes para afrontar su dolencia con calidad de vida. Uno de ellos es el programa "Paciente activo", que se inició la semana pasada en Posada de Llanera y cuyo objetivo es hacer que las personas tengan más recursos frente a su enfermedad. Para ello, nada mejor que las enseñanzas de otras personas que tienen los mismos o parecidos problemas. El curso está impartido en el concejo por tres personas: Jano Fanjul, Charo Olmos y María José Almanza.
Como explica Charo Olmos, "para poder hacer este tipo de actividad tienes que padecer una enfermedad crónica o estar al cuidado de una personas que la tenga. En esta cuestión todos estamos avanzando. A veces nos cuesta hablar de nuestras propias experiencias, y el taller ayuda a expresarse y a comprender la situación", detalla.
La idea es que los pacientes tomen el control de su salud y lo primero, en palabras de Charo Olmos, es "ser consciente de que tienes un padecimiento, el que sea, y el planteamiento es cómo nos acompañamos en este caminar mi enfermedad y yo. Si lo hacemos en clave de lucha o en clave de comprensión. ¿Qué hago para convivir con mi enfermedad de una manera natural?". A su juicio, esa debe ser la pregunta.
Cuando llega este tipo de enfermedades hay varias fases: "primero lo niegas, después te enfadas, más tarde la comprendes y, una vez que sabes que esto está aquí, te dices: ¿cómo abordo mi vida y mis circunstancias de tal manera que fluya de una manera positiva?", sostiene Olmos. "Si no, estaríamos siempre enfadados, enrabietados, no nos soportarían los amigos, la familia y, lo peor, no nos aguantaríamos a nosotros mismos", agrega. Es una cuestión importante, dice, "comprender que esa situación ha aparecido en tu vida y hay que acompañarla con entendimiento, con apertura, con conocimiento y, sobre todo, con acción. Con cosas que nos hagan ser mejor, sentir mejor y estar mejor", expone.
Una cuestión crucial, que serviría para muchos campos de la vida, es "empezar a trabajar el hacer, y trascender un poco el saber; ya sabemos muchas cosas, vamos a aplicar lo que sabemos. Sabemos muchas cosas de alimentación, sabemos que es bueno el ejercicio, sabemos que es bueno el manejo de las emociones, pero ¿realmente aplicamos esste conocimiento?", se pregunta Charo Olmos, antes de considerar que lo fundamental son los pequeños avances. "No se trata de buscar grandes logros, sino de dar pequeños pasos, de que las personas puedan manejarse y sean conscientes de que pueden asumir el control de su situación. Por ejemplo, no se trata de decirte: 'voy a adelgazar 15 kilos', sino de decirte: 'me voy a quitar un trocito de pan de la comida'".
Así, cada semana se establecen metas muy cortas, que se puedan conseguir. "Es una de las grandes bondades del programa, que poco a poco enseña el manejo para resolver conflictos o para manejar los estados de ánimo cuando te sientes con dolor, triste o rabiosa, que es lo que sueles sentir cuando estás un poco pachucha. Se trata de manejar estos sentimientos con pensamientos positivos".
El programa consta de seis sesiones de dos horas y media, en las que se trabaja, fundamentalmente, con el manejo personal de áreas como la alimentación saludable, la buena comunicación, ("con quien te atiende, contigo misma, con el médico, la enfermera..." ); dormir bien, porque quien descansa adecuadamente está menos fatigado y tiene mejor humor; el ejercicio; saber formular planes de acción; manejar las emociones; el uso adecuado de las prescripciones médicas; hacer técnicas de respiración para la relajación; técnicas de la mente como el pensamiento positivo... "En las seis sesiones se trata de despertar en cada participante la forma de aplicar estas herramientas a su propia vida", concluye.
