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Memoria del concejo en piedra

El gobierno se plantea renovar la carta arqueológica del municipio tras la inclusión de 44 edificios en el inventario de Asturias

Memoria del concejo en piedra

El concejal de Cultura, Turismo y Deportes, Alfredo Rodríguez, ha puesto de manifiesto la intención del equipo de gobierno municipal de poner al día la carta arqueológica del concejo, en la que aparecen los edificios y yacimientos de interés de Llanera. Lo ha manifestado después de que el Principado haya incoado el expediente mediante el cual incluirá cuarenta y cuatro edificios del concejo en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias. Con todo, el edil matiza que, de momento, es solo un propósito; su materialización dependerá de varias circunstancias, entre ellas la disponibilidad de financiación.

Todos estos elementos estaban ya incluidos en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Asturias desde el año 1997 y, al realizarse su registro antes de la aprobación de la Ley de Patrimonio Cultural de Asturias de 2001, se intenta ahora poner al día los niveles de protección contemplados en la normativa autonómica.

Muchos de los edificios que aparecen en el registro de finales del siglo pasado ya presentan un aspecto muy distinto del que tenían en las fotografías con las que se acompañan las fichas del registro, en unos casos por modificaciones y en otros porque su deterioro ha ido a más. En este último caso está el palacio de Cañe, en la parroquia de San Cucufate, que se encuentra en un estado de deterioro muy avanzado.

Un buen ejemplo de modificación es el de la iglesia de Santiago, en la parroquia de Arlós, cuya fachada principal sufrió un cambio sustancial al añadírsele varios elementos. Este cambio, de hecho, fue tan significativo que provocó la paralización de las obras de rehabilitación del edificio. Los vecinos de la parroquia están aún a la espera de que haya una solución.

Por otra parte, el hecho de que los edificios estén en el inventario no les asegura un nivel de protección especial o diferente del que ya tienen. El propio inventario habla en las fichas de cada uno de los edificios de de los niveles de protección, del grado de conservación y del interés histórico o artístico que puedan tener.

Los que, al menos teóricamente, deberían tener un mayor grado de protección serían los Bienes de Interés Cultural (BIC), una categoría que está al margen de su inclusión en el inventario. En el concejo hay sólo tres edificios protegidos con la etiqueta BIC: la citada iglesia de Santiago de Arlós, y los palacios de Villanueva y de Villabona. Con respecto a estos últimos, han sufrido una suerte desigual: el de Villabona ha renacido gracias a su desarrollo hostelero, y el de Villanueva, tras años de deterioro, ha sido objeto de una reciente intervención para asentarlo y evitar su ruina.

El concejal de Cultura valoró que la actualización de la carta arqueológica "es necesaria para cualquier actuación urbanística, para saber qué yacimientos arqueológicos y qué edificios de interés tenemos en Llanera, y el ámbito de protección que tiene cada uno". A su juicio, este conocimiento es muy importante para el municipio. "Incluso para diseñar cualquier asunto de política turística. Saber lo que tienes, saber dónde está y saber cómo está es importante", sostiene.

Entre los edificios incluidos en el inventario, además de los mencionados, están las iglesias de San Juan, San Nicolás de Bari, Santa Cruz, Santa Eulalia, San Cucufate y San Miguel; los molinos de Piñole, Segundín, Cayés y Guyame; la fábrica Cerámicas Guisasola; el palacio y la capilla de los Díaz-Campomanes; la plaza de La Habana; el palacio de La Mota; la torre de Valdés, y las casas de los Menéndez, Rodríguez y Cañedo, entre otros edificios, con distintos grados de conservación.

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