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Los vecinos urgen al Principado medidas contra los constantes argayos en el Fuxa

El aparcamiento de la playa de Palmera, en Candás, permanece cerrado al paso por los desprendimientos de tierras

Un coche estacionado ayer en el aparcamiento de Palmera, delante de la zona precintada. ILLÁN GARCÍA

Los vecinos de Candás están hartos de los desprendimientos de tierra y rocas desde el monte Fuxa al paseo marítimo y al aparcamiento de la playa de Palmera, que desde hace días está cerrado al paso por un cordón policial. "Desde hace más o menos un año hay una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) que obliga al Principado a la estabilización de la ladera para prevenir los desprendimientos y aquí seguimos igual", explica Luis Fernández, presidente de la entidad vecinal, que urgió ayer a la administración regional a que tome medidas para dar una solución ante la inseguridad que genera el monte próximo al litoral.

Los argayos, dicen los vecinos de la zona, son continuos y van a más en días de temporal de lluvia y vientos como los de hace poco menos de una semana. Ante esta situación, los vecinos de Candás se sienten indefensos. "El Principado argumenta que la obra no se ejecuta por dinero, que ahora tienen una prórroga presupuestaria y cuestiones del estilo, pero llevamos esperando por esa inversión sobre un año y no se puede esperar, ya que la obra debería estar prevista", destaca Fernández. La obra en cuestión tiene un coste de unos 300.000 euros, cantidad que los vecinos consideran insuficiente para proteger el monte Fuxa, que ocupa buena parte del paseo marítimo de la villa candasina, ya que comienza donde la playa de La Pregona, continúa junto al arenal de Palmera y sigue adelante hasta ocupar parte de la parroquia de Perlora.

Varias piedras, algunas de gran tamaño, pueden verse junto al paseo. "Esas piedras cayeron estos días", explica el dirigente vecinal, que recuerda además que los argayos afectaron al paseo, que tuvo que ser cerrado al paso y también a una familia que fue desalojada de su vivienda en marzo 2013, año el que los desprendimientos de tierras y piedras fueron a más.

Para la asociación vecinal, el proyecto debe incorporar la actuación sobre la ladera desprendida tras la vivienda desalojada, "garantizando así la seguridad en el paseo marítimo a la vez que permita el retorno de los habitantes de la casa".

Este asunto ha provocado una batalla judicial entre los propietarios y el Ayuntamiento, que asegura que no dedicará dinero público a arreglar una zona de monte privada. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Gijón falló a favor de la administración local, argumentando que los dueños de la casa no exigieron al propietario del monte la adopción de medidas para garantizar su seguridad ni emplearon los 21.000 euros aportados por el Ayuntamiento para estabilizar su zona.

Sin embargo, en diciembre del pasado año, otra resolución judicial eximió a la familia desalojada de realizar las obras de reparación del argayo, como pretendía el gobierno local.

Los vecinos de Candás han movido Roma con Santiago para intentar buscar una solución ante los desprendimientos. De hecho, hace poco más de un mes entregaron más de 1.500 firmas ante la consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente para pedir la estabilización de toda la ladera.

Desde hace días, el único espacio cerrado al paso es el aparcamiento de la playa de Palmera. "Pese a que piensen que no, este parking es utilizado también en invierno por los surfistas que vienen a diario a Candás y por las personas que suelen acudir a las actividades que se desarrollan en el pueblo", indica Luis Fernández, que no duda en afirmar que los desprendimientos podrían afectar tanto a vehículos como a personas.

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