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Los perros tienen que pasear por la derecha en Grado para no incordiar a los peatones

El Alcalde, de IU, decide evitar los choques entre caminantes y mascotas y reparte las orillas de la senda del río

Darío Fernández, con su perrita "Chispas", ayer, en el vial Urbano Arregui del paseo del Cubia. S. ARIAS

El gobierno de Grado, en manos de IU, obligará a los perros a pasear por la margen derecha del río Cubia para no coincidir con los paseantes sin mascotas. Así lo indica un bando municipal firmado por el Alcalde, José Luis Trabanco, que restringe el esparcimiento de los perros al paseo Urbano Arregui, en la margen derecha que linda con las vegas de de San Pelayo y La Mata.

Se trata, según IU, de una medida provisional hasta que adecúen una zona verde para que los animales puedan andar libres, que tiene por objetivo mejorar la convivencia con las personas con rechazo o miedo a los perros. Asimismo, el bando señala que deberán ir con cadena y collar en los lugares públicos, así como con bozal en los casos obligatorios.

La orden municipal ha levantado ampollas entre los dueños de los perros, que se quejan de la falta de iluminación y de papeleras en la nueva zona obligatoria. "Entiendo que haya gente que les tenga miedo y tengan que ir atados, pero lo que no nos pueden mandar es a un sitio sin luz, no vamos a ir a pasear el perro con una linterna en la cabeza", afirma Yaiza Estrada.

"No causa trastorno, pero es una medida exagerada porque nunca hubo ningún problema con los perros, siempre somos los mismos y nunca mordieron ni tiraron a nadie. La gente protesta porque considera que el Paseo es suyo", estima Estefanía García, dueña de una mascota.

El trasfondo del problema está en el enfrentamiento entre viandantes y dueños de perros, que suelen coincidir todos los días a las siete de la tarde. Paula Fernández reconoce que son habituales los conflictos con los paseantes a causa de los perros: "Hay gente que protesta y nos increpa; sólo espero que ahora no haya quejas porque anden sueltos, ya que nos habilitaron el otro lado". En ese sentido, García añade que algunos viandantes pegan con paraguas y bastones a los perros pequeños cuando los dueños no están mirando, "lo que pasa es que siempre hay alguien que lo ve".

Los dueños de mascotas encajan la medida con resignación, pero solicitan iluminación y papeleras. "En la zona donde ahora tenemos que pasear sólo hay una papelera y está rota; si quieren que tiremos las cacas tienen que arreglarla y poner más, además que conste que el Paseo está más sucio de plásticos que de cagadas", concluye Estrada.

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