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"Pumarabule peleó por el centro de la madera, no los políticos", critican los vecinos

Los residentes se quejan de haber quedado al margen de la inauguración del edificio, con nueve años de retraso, y no ser informados

Víctor Fernández, Nel Ánxel Palacio, José María Suárez, José María Rodríguez, Josefina Santiago, Lola Cueto, Andrea García, José Antonio Villa y Pepe Pidal, ayer, a las puertas del centro de la madera de Pumarabule. FRANCO TORRE

La puesta en funcionamiento del centro de la madera de Pumarabule, gestionado por el Centro Tecnológico y Forestal de la Madera (Cetemas), es un bálsamo para los vecinos de Carbayín Bajo después de 9 años de espera. Pero la manera en la que se está concretando la apertura, sin informar a los residentes e, incluso, sin haberles invitado a la reciente visita institucional que ha servido de inauguración, ha generado un profundo malestar en la localidad, donde reivindican los años de lucha que llevan a sus espaldas para lograr las instalaciones.

"Si el Cetemas está en Carbayín no es por los políticos, ni los del Ayuntamiento ni los del Principado. Es por los vecinos, que hemos peleado durante diez años para que este centro sea una realidad. Y no merecemos que ahora nos dejen de lado y hagan la instalación y la inauguración a espaldas nuestras, sin comunicárnoslo y a escondidas", afirma Víctor Fernández, presidente de la asociación de vecinos "La Malpica".

Aunque los residentes tenían constancia de lo avanzado de la obra para adecuar las instalaciones a las necesidades de Cetemas, no sabían que el traslado ya estaba completado. A la visita institucional que sirvió para inaugurar el centro, de hecho, ni siquiera se invitó al alcalde de barrio, Nel Ánxel Palacio, que no oculta su malestar: "Nos han menospreciado", afirma.

"No entendemos por qué se hizo la inauguración de esta forma, por la puerta de atrás. No queremos medallas ni palmadas en la espalda, pero tampoco vamos a permitir que los que no hicieron nada, sólo poner obstáculos e impedimentos, vengan ahora a decir que fue gracias a ellos", sostiene Fernández. "No aparecieron por aquí en todos estos años, y ahora vienen a hacerse la foto", añade Pepe Pidal, que cree que se excluyó a los vecinos de la visita por temor a eventuales protestas.

Entre los representantes políticos, Fernández salva al popular José Agustín Cuervas-Mons y el socialista Graciano Torre, que considera que hicieron su trabajo, pero critica sin reparos al Ayuntamiento de Siero, al que acusa de "obstaculizar" la puesta en marcha del centro.

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