La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Mujeres que no dejan de crecer

"No puedes dejarte ir, no nos lo perdemos por nada", afirman las participantes en los variados talleres de 50ymás organizados en el concejo

Siempre hay tiempo para reinventarse, para aprender, para trabajar en uno mismo. Con esa premisa, las mujeres de Llanera participan cada vez más activamente en el programa municipal 50ymás, que les brinda la oportunidad de adquirir nuevas habilidades y ocupar el tiempo en actividades que contribuyen a su bienestar.

Aunque las exigencias del guión obligan a tener al menos 50 años para participar en los talleres, el abanico de edad es muy diverso. Hay mujeres -el programa está abierto también a hombres, pero éstos apenas participan- que acaban casi de cumplir la cincuentena y otras que ya frisan los ochenta, pero en todas hay un común denominador: el interés por seguir creciendo.

Un buen ejemplo es Loli Rodríguez, participante del programa de lectura y ortografía que imparte el bibliotecario Héctor Pérez un miércoles de cada dos en la biblioteca de Posada. "Yo estuve trabajando desde los 13 años hasta los sesenta, y después me quedé sola; no puedes dejarte ir, hay que hacer cosas, yo no me lo pierdo por nada", dice, y eso que está convencida de que no sabe leer ni escribir. Pero le da igual. El caso es salvar obstáculos y salir adelante. El monitor asegura que las alumnas están "contentas con la iniciativa", en las que trabajan con textos de autores como Juan Ramón Jiménez, Emilia Pardo Bazán o Álvaro Cunqueiro.

Más contundente se muestra con sus argumentos María Jesús Suárez, participante del taller de cestería, al confesar que "con tal de salir de casa, lo que sea". El caso es que las mujeres ven resultados directos en su bienestar al participar en los talleres. Muchas participan en varios, y tienen estímulos fuertes a lo largo de toda la semana. El de cestería tiene mucho éxito, entre otras cosas, porque los resultados se ven muy pronto. Como explicaba su monitora, Celsa Granda, "el primer día ya se llevan algo para casa, y eso ayuda mucho, es una satisfacción inmediata". Efectivamente, muchas mujeres llegan pensando en sus limitaciones y se van considerando su potencial. La cestería es una habilidad muy relajante, que requiere concentración y el buen uso de la memoria, todo ello muy beneficioso para la mente.

Lo mismo que el baile, una actividad en la que las mujeres han sorprendido muy gratamente a la monitora, María José Sánchez. "En un principio pensábamos hacer bailes muy fáciles, solo baile de salón, contando con que la gente no daría más de sí, pero nos sorprendieron muchísimo, pueden con todo, y bailamos kizomba, bachata, reggaetón, salsa cubana, lo que se les ponga por delante".

Algunas de las bailarinas participan también en el taller de cerámica impartido por Victoria González. Una de ellas es Carmen Menéndez, que está encantada con todas las actividades. "En baile soy de las nuevas y todavía me cuesta, pero está muy bien, y la cerámica es muy entretenido, estas hora y media trabajando y pasa en un suspiro", explica.

Estas y otras muchas actividades, como talleres de música, de afectos o de juegos para estimular la mente hacen que las mujeres rebosen vitalidad en el concejo y que empiecen cada semana pensando en lo próximo que harán. Es la recompensa de la inquietud bien entendida.

Compartir el artículo

stats