La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Colomina" releva a "Amandina" en el Linares

La popular tortuga de Florida que "veranea" en el río villaviciosino aún no se deja ver, pero ha aparecido otro ejemplar más pequeño

"Colomina", en el río Linares. M. M.

"Amandina" aún no se ha dejado ver esta primavera. Esta tortuga de Florida de orejas amarillas reaparece en el río Linares desde hace nueve años por esta época, aunque ha habido temporadas en las que ya empezó a tomar el sol en febrero o, incluso, a finales de diciembre. Pero este año no ha sido así. Al menos, de momento. Aunque ha habido otra sorpresa: la aparición de una nueva tortuga en el río. Pero ésta, que bien podría ser su prima, se encuentra como a unos 500 metros de Les Colomines. Este ejemplar, "Colomina", también de orejas amarillas, se diferencia en que es más pequeña, casi la mitad, que su pariente "Amandina".

A esta última era frecuente verla en la orilla a la altura de Amandi, unos metros más abajo del puente de madera que hay en el paseo fluvial. Pero aún no ha dado señales de vida. Llama la atención porque ha demostrado durante los últimos ocho años ser fiel a sus costumbres, pues pasa cada primavera en la misma zona del río Linares aunque se desconoce dónde pasa el invierno (esta especie suele hibernar entre noviembre y febrero).

Con seguridad, tanto "Amandina" como "Colomina" fueron adquiridas como mascotas y terminaron abandonadas a su suerte en el río cuando sus dueños se cansaron de ellas o crecieron demasiado. En este tiempo lo han hecho aún más. En concreto, "Amandina" casi el doble, según aseguran quienes le siguen la pista desde su llegada a río Linares. Por sus dimensiones, más de 25 centímetros, se cree que es una hembra, pues los machos no pasan de 23,5.

Esta especie americana se vendió masivamente en España en los años noventa del siglo XX. La Unión Europea prohibió en 1997 la venta de la subespecie de orejas rojas, pero en su lugar ha crecido la demanda de las razas de orejas amarillas, como estas dos. Aunque sean una atracción para los usuarios de la senda fluvial, su presencia fuera de su hábitat natural no gusta nada a los naturalistas. Denuncian que al alcanzan un tamaño considerable acaban abandonadas en estanques o ríos, donde se comportan como feroces depredadores de pequeños peces y anfibios (sobre todo las más jóvenes), lo que crea un problema de conservación. De ahí que el pescador maliayés Heber Arenas el año pasado intentara atrapar a "Amandina" para entregarla al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Pero el animal, escurridizo, no se dejó pillar.

Compartir el artículo

stats