La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El scalextric no es cosa de niños en la Pola

La localidad acoge la segunda prueba del Campeonato regional de rallies en miniatura, con 49 participantes de Asturias y Galicia

David Pañeda posa con varios coches participantes. L. BLANCO

"Nosotros practicamos slot, ya que el scalextric es una marca que se ha apropiado el nombre". Así, con cierta indignación por el desconocimiento sobre su especialidad, reivindican mayor popularidad los pilotos y copilotos que este fin de semana participaron en la segunda prueba del Campeonato de Asturias de Rally Slot (Cars), celebrada en la Pola.

En total fueron 49 las personas llegadas de distintos puntos de Asturias y de Galicia las que se citaron en la calle Danza Prima de la capital sierense para comparar su pericia al mando de unos vehículos que emulan a la perfección los de los protagonistas de las principales pruebas de motor. "Esto viene a ser un rally en miniatura", explica el ovetense Mon Cimas.

El culpable de que esta práctica, que tuvo su principal época de esplendor en la segunda mitad de la década de los noventa y los primeros años del siglo XXI, tenga una prueba de este tipo por primera vez en la Pola es David Pañeda. "Llevo años en esto, pero hace poco abrí una tienda vinculada al tema y me pareció interesante fomentar una prueba aquí", comenta, mientras muestra varios de los vehículos inscritos para la competición.

El funcionamiento de la prueba es bien sencillo. Los vehículos deben cubrir varias pasadas de cuatro circuitos de scalextric montados para la ocasión y los tiempos acumulados marcan la clasificación final. "Parece fácil, pero hay que tener en cuenta el acelerador, el freno y los voltios que le metes al mando", comenta Fran Muñiz, un participante procedente de Avilés.

De todos modos, lo del slot es algo que viene de lejos. Si no que se lo pregunten al ovetense Fran Vázquez, que lleva desde 1984 tomando parte en estas pruebas, aunque asegura que la disciplina ha cambiado mucho. "Antes era todo mucho más casero y ahora ya hay tiendas específicas con piezas y muchos detalles más que lo convierten en algo un poco caro", apunta, sobre unos coches cuyo precio medio de mercado se sitúa en torno a 100 euros.

Otros ven en el slot una manera de conocer gente y aprovechar la competición como una excusa para descubrir nuevas gentes y lugares. "Como aquí se come mal y se pasa mal, pues nos decidimos a venir y participar", indica con ironía el gallego Serafín Gago, que acudió acompañado de varios amigos a una cita marcada por la pasión por los coches.

Compartir el artículo

stats