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El Corpus Christi candasín coge color

"Es una tradición muy especial", afirman Conchi Rodríguez, Soledad Castro y Lines Roces, que trabajan desde febrero en los mantos que adornarán la calle Braulio Busto

El Corpus Christi candasín coge color

El próximo 29 de mayo las calles del centro de Candás lucirán coloridos mantos con motivos religiosos y florales para celebrar la festividad cristiana del Corpus Christi. Conchi Rodríguez, Soledad Castro y Lines Roces, junto con a otros vecinos, colaboran desinteresadamente para que la vía Doctor Braulio Busto resplandezca durante la fiesta de la Eucaristía. Por ello, estas tres candasinas llevan "desde febrero" trabajando en las 32 láminas y el altar que harán de este céntrico vial una de las principales atracciones el día del Cuerpo de Cristo.

"El Corpus Christi es una tradición muy especial y arraigada en Candás, que se celebra desde hace muchos años. La única diferencia que hay ahora es que cambian las técnicas para elaborar las láminas", asegura Lines Roces, una de las colaboradores en la elaboración de los mantos, que lleva 37 años trabajando desinteresadamente en la celebración.

Para realizar los motivos, de carácter religiosa y floral en su mayoría, estas vecinas utilizan arroz, silicona, sal, pintura y plantas recogidas en la zona. "El proceso de creación es muy laborioso. Primero dibujamos la imagen, después le damos una capa de silicona y pegamos el arroz. Cuando el cereal está fijo, lo pintamos, y para finalizar lo ornamentamos con sales y hierbas", explica Conchi Rodríguez, quien, tras seis años trabajando para festejar este importante día en Candás, asegura que "cada año el Corpus levanta más expectación".

Además de las horas trabajadas, elaborar los 32 mantos supone un importante esfuerzo económico para este grupo de vecinos. Y es que, desde febrero hasta ahora, llevan gastados más de mil euros en materiales para que el tramo que va desde la Policía Local hasta la plaza de La Baragaña luzca sus mejores galas. "Esta fiesta no sería posible sin la ayuda de los comercios de la zona y de algunos vecinos que, además de trabajo, realizan aportaciones económicas o nos ceden el local para que podamos trabajar", señala Soledad Castro, que también lleva 37 años esforzándose en los preparativos de la fiesta de la Eucaristía y reclama "más involucración de las nuevas generaciones, que son el futuro de esta festividad".

Aunque todavía les quedan varias jornadas de trabajo, las tres destacan que el día más duro será el anterior al 29 de mayo. "La víspera del Corpus tendremos una jornada maratoniana. Nos pasaremos trabajando toda la tarde y, por la noche, colocaremos las láminas. Una vez puestas, tendremos que vigilar la zona para evitar que se dañen los mantos", asegura Castro.

Pese a que lo tendrán todo preparado el 29 de mayo, hay un factor que no pueden controlar: el tiempo. "Si llueve no podremos sacar las láminas y todo este trabajo quedará aquí. Es lo único que le pedimos al de arriba, que haga bueno", suplican las vecinas.

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