El Ayuntamiento de Siero estudia habilitar dos grandes zonas de esparcimiento para mascotas en La Fresneda con el fin de dotar a la localidad de unos espacios que permitan a los vecinos pasear a sus animales sin correa en determinados lugares sin que ello suponga la vulneración de la ordenanza de defensa, protección y tenencia de animales de compañía y domésticos que entró en vigor a comienzos de mayo.

La normativa municipal prevé multas de hasta 3.000 euros para propietarios que lleven sueltas a sus mascotas fuera de lugares especialmente destinados para este fin. Una limitación que resulta muy controvertida en La Fresneda, pues actualmente no existe ningún espacio de este tipo y por ello han sido los propios vecinos los que han reclamado soluciones al Consistorio.

Las demandas vecinales fueron atendidas por el edil de Hacienda y vecino de La Fresneda, Alberto Pajares, que desde hace unos meses está perfilando, en colaboración con otros ediles locales de otros grupos políticos, una propuesta para crear unos espacios adecuados que abarcarían buena parte de las varias hectáreas de zona verde que rodean la urbanización.

De momento, la principal propuesta que se baraja es la de crear dos grandes zonas habilitadas que quedarían apartadas y partidas por la zona más transitada del parque, situada justo en medio de los dos principales bloques del centro de la urbanización, donde existen parques infantiles y aparatos de gimnasia, y donde se mantendría el uso obligado de la correa para pasear a los animales.

En principio, la idea que baraja el consistorio sierense es que las dos zonas en las que se permitirá que los perros paseen sin correa no estén cerradas, sino que estarían limitadas por unos indicadores que dejarían claro en qué zonas está permitido que los animales vayan sueltos y en cuáles sería obligatorio utilizar la correa para circular con ellos.

Esta iniciativa contentaría a los numerosos vecinos de una urbanización que algunos ya llaman "la ciudad de los perros" por el elevado número de mascotas. "La Fresneda es un lugar ideal para tener perros, pero con la nueva ordenanza no podemos soltarlos y tampoco hay un sitio en el que podamos hacerlo", resume la vecina Paula Fernández, de paseo con su bulldog francés "Kratos".

De todos modos, y aunque esto supondría un gran paso, hay también quien cree que se debería aprovechar para ir más lejos y fomentar un mayor civismo entre los dueños de los animales. "Estaría bien que se habilitasen más sitios para depositar las heces de los perros y tomar medidas contra quienes incumplan con su obligación de recogerlas", señala Elena Díaz-Faes, que cada día saca a pasear por el parque a su perra "Peca", recientemente adoptada.