El colegio público de La Fresneda registró más solicitudes de matriculación que plazas ofertadas en dos cursos en el primer día del periodo de matriculación que se inició ayer y se prolongará hasta el próximo martes. Una elevada demanda educativa que se deja notar también en los principales centros de Lugones, evidenciando algunas diferencias entre la zona occidental del concejo y la oriental, que presenta una caída moderada de peticiones respecto a años anteriores.
Sólo ayer, el colegio de La Fresneda formalizó 412 matrículas de un total de 438 plazas que oferta. La principal demanda se centró en segundo curso de Educación Infantil y primero de Primaria, pues en ambos cursos el número de peticiones supera en dos al cupo establecido. "En estos casos la consejería debe decidir qué solución se toma", explica la directora Beatriz Suárez, que cree que estas cifras se verán engordadas en los próximos días. "Al ver que todavía hay plazas en algunos cursos, las peticiones se dispararán", explica Suárez que recuerda que muchos padres declinaron de momento la opción del colegio por haberse quedado fuera otros años. "El año pasado quedaron fuera de primero de Infantil once niños, pero todos de otras localidades", señala.
Algo similar ocurre en Lugones, donde de las 40 nuevas plazas sobre un total de 410 que ofrece el colegio público La Ería, ya quedan sólo cuatro vacantes, aunque en este caso la situación es distinta a la de La Fresneda. "La comisión de educación se encarga de recolocar los alumnos en los tres centros de la localidad si hay exceso de demanda", explica el director, José Luis Suárez, que, no obstante, destaca que el centro "sigue creciendo" y debe aspirar a nuevos servicios. "Al superar los 400 alumnos deberíamos contar con un orientador a tiempo completo, pero seguimos esperando por él", apunta.
En la zona oriental del concejo, en cambio, la matriculación de nuevos alumnos ha sufrido un leve retroceso respecto a años anteriores. En el colegio Celestino Montoto, de Pola de Siero, la apenas se habían cerrado ayer 14 matriculaciones, cuando el curso pasado había 24 alumnos. Una situación que contrasta con la saturación que sufren las escuelas infantiles de la capital sierense, que reclaman una ampliación de aulas.
En el colegio de Los Campones, en El Berrón, también se nota cierta merma en la matriculación. "Estamos en torno a los treinta alumnos, cuando este curso teníamos 35. Pero aún así mantenemos los dos grupos hasta quinto curso", explica la directora, Araceli Fernández. Las aulas, en todo caso, se mantendrán en todos los centros de primaria. Para el curso 2016-2017, la Consejería de Educación prevé mantener en el concejo las mismas aulas que en el que ahora termina. En educación infantil, en cambio, el volumen de aulas podría aumentar hasta un máximo de dos en todo el concejo, lo que podría aliviar la presión sobre los centros de la zona oriental.
