Los cielos cambiantes de Asturias son el mejor foco para el primer largometraje del cineasta asturiano Sergio G. Sánchez, "Marrowbone", que rueda en el valle de Arango (Pravia) durante el verano. Una luz que consigue crear espacios misteriosos y siniestros que encajan a la perfección en el proyecto, un "thriller" con elementos de terror y una profunda historia de amor fraternal y sentimental ambientada en la costa oeste norteamericana en los años 30 y 60 del pasado siglo. El film se estrenará en el otoño de 2017 y ya fue vendido en más de treinta países antes de iniciar la grabación. "El cielo es una gozada, aunque la luz cambia constantemente y no funcionan las predicciones del tiempo, es un cielo incomparable que da mucha riqueza visual", señaló el director, ayer, en la presentación oficial del rodaje.

A la puesta de largo asistió también el productor ejecutivo J. A. Bayona, director de "El Orfanato" y "Lo Imposible", el consejero delegado de Mediaset España, Paolo Vasile, y los productores Belén Atienza y Ghislain Barrois, así como los actores Anya Taylor-Joy, George Mackay, Mia Goth y Charlie Heaton. En el encuentro, Sánchez señaló que no quería dirigir a cualquier precio y que esperó a conseguir el elenco preciso para la película, con audiciones en Londres: "No lo podía haber soñado mejor", afirmó. El cineasta también se mostró feliz de rodar en su tierra y el productor Ghislain Barrois añadió que fue una de las peticiones inamovibles del director.

Los cielos y paisajes de Asturias también han conquistado a los actores. "Es como un cuento de hadas y hay mucha magia en los cielos, somos muy afortunados", dijo Charly Heaton. Una calma que destacó también Mia Goth como una herramienta más de concentración para el trabajo dramático: "Es un lugar muy pacífico en el que te puedes relajar después del trabajo". Un aislamiento que les ayuda a meterse en la burbuja de trabajo durante las diez semanas de rodaje y que favorece la calidad del trabajo.

La historia narra la vida de cuatro hermanos que viven aislados en una granja de Estados Unidos tras la muerte de su madre a finales de los años 60 del siglo XX. Una especie de verano eterno en el que el terror se cuela por las ventanas de la casa mientras sobreviven ajenos al mundo que les rodea con la única presencia del personaje que interpreta Anya Taylor-Joy, quien resaltó que la historia de "amor verdadero y puro" se cuela para dar emoción dramática al suspense.

El equipo de actores avanzó pequeños aspectos del guión, encabezado por George Mackay en el papel Jack, el hermano mayor de la familia. "Hace todo lo posible para cuidar de su familia, lucha contra los problemas que se plantean para mantener a la familia unida a toda costa", comentó. También Mia Goth, en el papel de Jane, destacó el trabajo que hace con su personaje para conseguir un balance entre el rol de madre que debe jugar y la niña que tiene dentro. Por su parte, Charly Heaton comentó que su personaje, el hermano mediano, "tiene más coraje y se enfrenta porque quiere vivir su vida, aunque la edad y las circunstancias no son nada fáciles".

Pero nadie quiso avanzar ni un poco de la historia y quieren mantener bajo secreto la trama para conquistar a los espectadores en las salas de cine. De ahí las escuetas y enigmáticas declaraciones del equipo. "Es un lujo hacer una película así y queremos que la gente sepa lo menos posible porque la película es algo así como las muñecas rusas", precisó Sánchez.