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La Princesa de Asturias que nació en Siero

La fábrica de sidra La Champanera, en La Carrera, exportó con éxito sus productos a Cuba y Argentina durante cuarenta años

Entre 1925 y 1964, una "Princesa de Asturias" nacida en Siero presidió selectos banquetes en Cuba y Argentina y llegó a brindar con Benito Mussolini y Evita Perón. Porque ésa, "Princesa de Asturias", era la marca bajo la cual se comercializaba el producto principal de la fábrica de sidra champanada La Champanera, localizada en La Carrera, a la salida misma de la Pola, e impulsada por el emprendedor Perfecto García.

Aunque la fábrica ha desparecido, los archivos de la emblemática empresa sierense permiten reconstruir su historia. Estos fondos guardan auténticas joyas, a las que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA.

Natural de La Carrera, Perfecto García y sus diez hermanos fueron la primera generación de la conocida familia sierense de "Los Panchulos". Emigrado muy joven a Argentina, García hizo fortuna en Sudamérica y retornó a Asturias para adquirir, en 1925, el conocido como Lagar del Nora, su maquinaria y las marcas de sidra "Princesa", "Nora" y "El Guirrio". Perfecto García pagó por todo ello 75.000 pesetas de la época, tal y como consta en el documento de compraventa fechado el 28 de octubre de 1925.

García y su esposa, Aída Paladini, tuvieron cuatro hijos: Arturo, Alberto, Armando y Alfredo, quienes continuaron la labor empresarial del padre a su muerte, en 1939, aunque la implicación de los cuatro en la empresa familiar sería desigual. Arturo García Paladini, de hecho, se dedicó a escribir novelas y a viajar por el mundo. Sus hermanos, en cambio, se centraron en la gestión de la empresa, potenciando su presencia en América.

Pese a la convulsa situación política de aquellos años, La Champanera siguió creciendo. En el archivo de la empresa, de hecho, se conservan cartas y documentos que dan fe de su pujanza tanto en tiempos de la República como durante la posguerra.

De época republicana se conserva una foto firmada por el político asturiano Melquíades Álvarez, dedicada a su amigo Perfecto García. Aunque más llamativos son algunos documentos fechados tras la Guerra Civil, como una felicitación de Navidad de 1946 del presidente argentino Juan Domingo Perón y su esposa Eva, que se identifican expresivamente como "Perón y Evita". Y una carta de Ramón Serrano Suñer, el "cuñadísimo" de Francisco Franco, fechada el 22 de junio de 1939 y remitida directamente a Perfecto García.

En la misiva, Serrano Suñer, entonces ministro de la Gobernación, informa al patriarca de los García Paladini de que, durante un reciente viaje a Italia, había hecho entrega a Benito Mussolini de una selección de vinos y licores asturianos, entre los que descollaban las botellas remitidas por la fábrica sierense.

El elogio no era para menos. En aquella época, la sidra "Princesa de Asturias" era un producto de merecida fama, cuyo principal mercado se situaba en Cuba y Argentina. Los negocios le iban tan bien a la familia sierense que incluso amplió su cartera de productos -añadiendo marcas como "Alteza", "La Alborada" y "Rosalía"- y diversificó sus actividades, abriendo una fábrica de alpargatas y convirtiéndose en distribuidora de los puros habanos "Partagás". La Champanera también vendía sidra a Norteamérica, con el etiquetado traducido al inglés. Pero la dependencia del mercado sudamericano era mayúscula y en 1959, tras la llegada al poder de Fidel Castro, la fábrica entró en una crisis que precipitó su cese de actividad y, ya en 1964, su cierre para convertirse en una granja.

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