Un incendio registrado en un supermercado de la avenida de Viella, en Lugones, obligó anteanoche a desalojar tres portales próximos al cruce viejo, que suman un total de 48 viviendas. El fuego causó importantes daños en el establecimiento, aunque finalmente no se extendió a otros inmuebles y no se registraron daños personales.

El incendio se descubrió en torno a las seis de la madrugada, aunque, según el relato de los vecinos de la zona. su origen se situaría entre dos y tres horas antes. "Nos dijeron que empezó a quemar antes, pero se descubrió a las seis, cuando entró una limpiadora a la tienda", explica Ángeles Tamargo, una de las vecinas desalojadas.

Según informa el Servicio de Emergencias del Principado, la llamada alertando del fuego se recibió a las 6.15 horas, y de inmediato se movilizó a una dotación de ocho efectivos, procedentes de los parques de La Morgal y San Martín del Rey Aurelio. Cuando los bomberos se introdujeron en el inmueble detectaron el origen del fuego en una zona en la que había una nevera y una estantería con alimentos.

Las llamas afectaron, además, a dos congeladores, otras estanterías y al falso techo del comercio, generando una intensa humareda que hizo necesario desalojar, de manera preventiva, el portal del edificio en cuyo bajo se localiza el supermercado, y los dos bloques de viviendas anexos.

"Nos picó al timbre la policía, sobre las seis y media de la mañana, y nos dijeron que teníamos que salir. Había muchísimo humo, subía por el patio de luces, que comunica también con el supermercado. Así que cogimos a la perrina y bajamos de inmediato", relata Ángeles Tamargo.

En el interior del comercio, los bomberos lograron contener las llamas con una línea de agua, hasta lograr su completa extinción. Acto seguido, iniciaron las pertinentes tareas de desescombro y ventilación, que se prolongaron hasta pasadas las diez de la mañana.

Para esas horas, los vecinos desalojados ya habían retornado a sus domicilios, que no sufrieron daños, aparte de verse invadidos por un intenso olor a humo. A lo largo de la mañana, numerosos lugonenses se acercaron hasta el establecimiento para conocer el estado del local.