En el colorido mercado de excedentes de la plaza cubierta de la Pola destaca, entre muchos otros tonos, el morado brillante de las berenjenas, hortalizas de verano que han ido creciendo en éxito con el paso de los años. Antón Cadierno, de la cooperativa El Nocéu, de Sariego, las vendía ayer en su puesto bajo los aleros del edificio. "En Asturias no había mucha tradición; aquí la gente se tiraba siempre al tomate, pero ahora cada vez tiene más aceptación", asegura Cadierno.

La berenjena se da en los meses de verano, pero este año ha ocurrido una anomalía que nadie recordaba. "Normalmente se da primero el tomate y un tiempo después viene la berenjena; pero este año no, este año fue al revés, hacía mucho tiempo que no pasaba, a principios de julio salieron las berenjenas y a mediados, el tomate", dijo.

Las berenjenas están muy extendidas entre la gente que se decanta por la verdura. Es un producto con muchas posibilidades, que los veganos, por ejemplo, utilizan mucho, pero cada vez hay más gente, consumidora convencional, que las come".

La berenjena es muy adecuada para comer rellena, y también empieza a triunfar como preparado alternativo del plato estrella de los últimos tiempos en Asturias: el cachopo. No es raro encontrarse gente que haga cachopo de berenjena.

Cadierno dijo que el mercado ha tenido este año una afluencia más irregular. "Agosto del año pasado hubo mucha gente, pero este año no; ahora en septiembre se anima la cosa", dijo. Ayer tuvo todo el día gente en el puesto.