Cada vez son más los usuarios de las sillas anfibias en Rodiles. Permiten a las personas con movilidad reducida disfrutar también de la playa porque contribuyen a eliminación barreras físicas, facilitando el acceso y disfrute del baño. Para muchos es la forma de poder darse un chapuzón y lo agradecen.

Este verano han sido 115 los bañistas que se animaron a utilizar este servicio que facilita Cruz Roja a través de un convenio con el Ayuntamiento de Villaviciosa. Son algo más que los que lo demandaron el pasado verano, que fueron 113, y que los 108 de 2014. Otro dato es que ellas son las que más utilizan las sillas anfibias. Este año lo hicieron 64, frente a 51 hombres, lo que supone que el 60% son mujeres y el 40% varones.

El servicio de sillas anfibias lo ponen en marcha en cada estío voluntarios de Cruz Roja. Este año lo atendieron 6 personas, que tuvieron al frente a un técnico. La valoración general, tanto de usuarios como de voluntarios, es muy positiva porque es una forma de que las personas discapacitadas también puedan integrarse en la sociedad disfrutando del ocio, en este caso de la playa, como el resto. Pero también hay cosas que mejorar. Según el informe que Cruz Roja presentó al Consistorio maliayés, es necesario avanzar en cuestiones como una mayor difusión e información sobre el servicio. Además, ven adecuado ampliar el horario de la tarde y acondicionar la zona donde están ubicadas las sillas anfibias, así como disponer de más espacio en la pasarela. Son cuestiones que el gobierno maliayés asegura que tendrá en cuenta para la próxima campaña estival.

Este servicio se prestó del 1 de julio al 31 de agosto, de jueves a domingo, en horario de 12,30 a 17,30 horas. También tienen préstamo de muletas para caminar por la arena. Su objetivo es "favorecer la integración social a través de actividades normalizadas de ocio y tiempo libre en la comunidad", así como impulsar la actuación, a través de equipos de voluntarios favoreciendo el derecho de los ciudadanos en la corresponsabilidad social.